El expresidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, de 67 años, podría viajar a Cuba para tratarse contra el COVID-19, según informaron medios locales.
El diario haitiano Le Nouvelliste dio a conocer que el ex mandatario dio positivo al virus este fin de semana, y que se ha considerado que sea atendido en la “potencia médica”.
Una fuente anónima del gobierno le dio a conocer al citado medio que este domingo los servicios de Migración le expidieron al funcionario un pasaporte diplomático de un año de duración.
El trámite, según el informante, se habría hecho a petición del actual presidente del país, Jovenel Moise, aunque la decisión de trasladarlo a la isla comunista dependerá de su familia y de la opinión de los médicos que lo tratan actualmente.
De acuerdo con el reporte de la agencia EFE, Aristide es una figura nacional importante, por haber sido el primer presidente elegido democráticamente en la historia de Haití.
Fue el triunfador de las primeras elecciones del país, en 1990, tras el régimen dictatorial encabezado por François Duvalier y luego por su hijo Jean-Claude Duvalier.
Ocupó la jefatura de Estado en dos ocasiones, pero en ambas fue derrocado, la primera en un golpe de Estado militar en septiembre de 1991, siete meses después de acceder al poder, y la segunda, en una insurrección armada en 2004.
Tras el primer golpe de Estado, Aristide se exilió en Venezuela y EEUU, y volvió en 1994 con una tropa multinacional que lo restituyó en el poder.
Ganó nuevamente en el 2000 casi de forma unánime, pero fue derrocado nuevamente en un conflicto armado en 2004, tras lo que se exilió en Sudáfrica.
La decisión de tratar al ex mandatario en Cuba podría estar influida por la imagen que la Isla proyecta a nivel internacional de una supremacía médica.
Sin embargo, médicos y familiares podrían no estar tomando en cuenta las múltiples carencias que enfrenta el país en materia de salud, con falta de insumos, equipo, espacios y medicamentos.
En el caso del COVID-19, Cuba sigue usando su medicamento nacional, Interferón, para tratarlo, incluso cuando científicos chinos señalaron que no solo no es eficiente, sino que además puede resultar contraproducente y dañar los órganos.
