FARÁNDULA

Exmarido de Britney es sentenciado a prisión por irrumpir en su boda con Sam Asghari

El primer esposo de Britney Spears, Jason Alexander, recibió sentencia por haber irrumpido en la boda de la cantante con el modelo Sam Asghari, en junio pasado.

El pasado 9 de junio, Alexander evadió la seguridad de la mansión de la ‘Princesa del Pop’ en Thousand Oaks, California, y logró llegar hasta el altar donde contraería nupcias con Asghari.

Jason intentó ingresar primer por la puerta del frente, no teniendo reparo en decirle a los guardias que era el exesposo de Britney, pero al ser echado, rodeó la propiedad para colarse por una ventana de uno de los baños de la planta inferior y buscar a la estrella en las habitaciones.

Todo fue grabado y transmitido en vivo por él mismo, ante miles de usuarios que no podían creer lo que sucedía. Al ser descubierto peleó con los guardias, alegando que Spears era su “primera y única esposa”, hasta que finalmente llegó la policía y lo arrestó por disturbios, agresión y allanamiento de morada.

Aunque estos cargos iniciales fueron de mediana gravedad, más adelante los abogados de Britney lograron que también se incluyera el cargo de “acoso”, pues Alexander había estado siguiendo la vida de Britney a través de las redes y de alguna forma llegó a su hogar el día de la boda.

Por lo anterior, se planteó que el hombre de 40 años podría recibir hasta 5 años de prisión de encontrarse culpable, pues además se declaró “inocente” de los cargos, a pesar de que él mismo subió las pruebas a internet.

Jason estuvo preso aguardando por el veredicto del juez, pues además tenía antecedentes penales que hicieron se le negara el derecho a fianza.

Finalmente, este martes, el tribunal del condado de Ventura, en California, sentenció a Jason Alexander a 64 días de prisión por los delitos de allanamiento de morada y agresión.

Alexander y Spears estuvieron casados por apenas 55 horas, luego de escaparse a Las Vegas tras una noche de fiesta. Ambos eran amigos de la infancia, y él llegó a asegurar que no querían separarse y que los padres de ella los obligaron, por lo que seguirían juntos de no ser por ello.

Britney reforzó su seguridad

Tras el incidente en su boda, la intérprete de My Prerogative tuvo que tomar medidas para resguardar su seguridad.

Aunque nunca habló públicamente sobre el incidente, es claro que Britney se sintió amenazada, pues solicitó una orden de restricción contra Alexander, quien ahora no puede estar a menos de 300 pies (90 metros) de ella.

Spears también despidió a todo su equipo de seguridad, y contrató a un nuevo equipo de guardaespaldas.

Por último, ella y su pareja se mudaron a un nuevo hogar con mayores medidas de seguridad. Ahora Britney está a salvo, al menos en su integridad física, pues actualmente está enfrentándose a las calumnias de su exmarido Kevin Federline, quien ha puesto a sus hijos, Jayden y Sean, en su contra.

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