La Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) repatrió el martes 23 de mayo a un grupo de 23 balseros cubanos que fueron descubiertos en alta mar intentando llegar a Florida.
Según la oficialista Prensa Latina, los balseros fueron trasladados hasta el puerto Orozco, ubicado en el municipio de Bahía Honda, Artemisa, en donde fueron recibidos por agentes del Ministerio del Interior (Minint).
De acuerdo con las cifras oficiales compartidas por la prensa estatal, EEUU ha repatriado a 2.898 cubanos desde que inició el 2023, esto a través de 47 operaciones, dos de ellas aéreas.
Este número se eleva a 3.859 si se toman en cuenta los cubanos retornados por otras naciones cercanas como México, Islas Caimán y las Bahamas, las cuales, junto a EEUU, han ejecutado 75 operaciones de repatriación en lo que va del año.
El hecho de que los ciudadanos de la Isla sigan intentando llegar a EEUU vía marítima, pese a que el país se comprometió a devolver a todos los balseros de vuelta a Cuba, demuestra lo severo de la crisis económica que azota a la Mayor de las Antillas, la cual obliga a sus habitantes a arriesgarlo todo por una mejor vida en el extranjero.
Ante este éxodo masivo, las autoridades norteamericanas recalcaron la semana pasada que sus fronteras marítimas no estaban abiertas.
De igual manera, pidieron a aquellos que estuvieran pensando en lanzarse al mar que no lo hicieran, pues estarían arriesgando sus vidas en vano debido a que serían devueltos a sus países de origen.
Además, la USCG ha advertido en el pasado que los cubanos que sean descubiertos intentando llegar de manera ilegal a EEUU quedarían también inhabilitados de participar en el programa de parole humanitario, perdiendo la oportunidad de llegar al país de manera legal, organizada y legal.
Esta prohibición puede durar hasta cinco años, tiempo durante el cual el afectado no podrá ingresar sus datos en las aplicaciones en las que se solicita una de las 30.000 visas humanitarias mensuales que ofrece la administración de Joe Biden.
Recientemente, se supo que el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) se encontraba sobrepasado por las solicitudes hechas al programa de parole humanitario, y que contaba con unas 380.000 peticiones enviadas desde Cuba que estaban pendientes de ser revisadas.
