Ciudadanos de Mayabeque han denunciado que los hospitales de la provincia se encuentran enfrentando una escasez de insumos y medicamentos, todo mientras tienen que batallar contra un incremento en el número de casos de dengue.
De acuerdo con el medio independiente CubaNet, una doctora de la provincia confesó de manera anónima que varios policlínicos municipales se han quedado sin un reactivo esencial para realizar análisis de sangre, los cuales sirven para diagnosticar el virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
Esta persona recalcó la importancia de estos reactivos, pues el virus del dengue puede llegar a confundirse con otros padecimientos.
“Dolor de cabeza, fiebre alta, pérdida del apetito, vómitos constantes y dolor abdominal son los síntomas más frecuentes con los que identificamos el dengue”, añadió la galena.
La profesional de la salud agregó que los apagones que se experimentan constantemente en Cuba a causa de la escasez de combustible también provocan contratiempos, pues los hospitales que logran conseguir los insumos no pueden realizar los análisis debido a que las plantas de energía no tienen la potencia suficiente para garantizar el correcto funcionamiento de las máquinas médicas.
“En ocasiones hemos tenido reactivos para hacer un número limitado de analíticas de sangre, pero los equipos no se pueden encender usando la planta eléctrica. Debido a los cortes de electricidad de más de ocho horas, las muestras muchas veces se echan a perder o el resultado no es confiable”, declaró al citado medio independiente.
CubaNet también compartió las declaraciones de Yuliet Barroso, una enfermera que labora en el Hospital Pediátrico William Soler, de La Habana, quien afirmó que en esa institución médica tampoco hay insumos suficientes.
“Muchos niños llegan deshidratados al hospital sin que haya un suero o un trocar para canalizar las venas”, dijo.
La situación ha preocupado a los médicos de la zona, así como a la población, pues entre los casos hay pacientes con la variante hemorrágica, la cual es más peligrosa y ya le ha arrebatado la vida a varias personas a lo largo del país, muchas de ellas menores de edad.
Pese a esto, las autoridades no pueden hacer nada, reconociendo que la escasez de combustible ha sido uno de los principales problemas al no permitir que se realicen las campañas de fumigación que suelen ejecutar en esta época del año.
