El Hotel Gran Manzana Kempinski en La Habana reanuda sus servicios al turismo el próximo 14 de diciembre luego de permanecer cerrado desde el pasado mes de abril debido a la pandemia del coronavirus.
La instalación que cuenta con una categoría 5 estrellas plus se encuentra ubicado en la Habana Vieja justo en la antigua Manzana de Gómez y es administrada por los militares cubanos del grupo hotelero Gaviota en conjunto con la firma suiza Kempinski Hotels.
Según la planificación de los directivos del hotel se espera la llegada del turismo internacional para la temporada invernal y los días finales del año.
El hotel cuenta con 246 habitaciones —entre ellas 50 suites— bares, restaurantes, spa, gimnasio, una piscina climatizada en la azotea y un exclusivo salón para fumadores de puros. Ha sido acreedor de importantes galardones como los World Travel Awards y los premios Versailles de arquitectura.
En el año 2019, el grupo hotelero Kempinski anunció la construcción de un segundo hotel de lujo en Cuba. Ahora apostará por el turismo de sol y playa ubicando la instalación “cinco estrellas plus” en Cayo Guillermo, al norte de la región central de Cuba en el archipiélago Jardines del Rey.
Turista canadiense demanda por 2 mil dólares a hotel en Cuba por “mal servicio”
Una turista canadiense ganó recientemente una demanda contra la compañía Transat Tours Canada Inc, a raíz del mal servicio recibido durante unas vacaciones en Cuba, informó el pasado jueves el diario Montreal Gazette.
De acuerdo con reportes del medio, un tribunal de Quebec falló a favor de Olga Lucía Mejía, quien en 2016 se hospedera una semana en el Hotel Sol Cayo Guillermo y contrario a lo esperado, halló condiciones deplorables en el centro.
La habitación —según contó la demandante— tenía la cama rota, sábanas manchadas de sangre, toallas y muebles sucios. Así como, la ducha rota y una bañera de hidromasaje no funciona. Todo ello, en un recinto hotelero de tres estrellas y media.
Durante la investigación, el tribunal canadiense valoró meticulosamente las evidencias fotográficas presentadas por Mejía. Además, se tuvo en cuenta un caso de 2014, donde otra agencia de viajes fue sentenciada a pagar la suma de tres mil dólares a clientes que también presentaron quejas contra el mismo centro.
En esta ocasión, la demandante exigió una retribución económica de más de 2.500 dólares. Dentro del monto se incluía el costo del paquete de vacaciones, más mil dólares por “pérdida de disfrute” y otros 500 en “daños punitivos”.
Sin embargo, solo le fue retribuido 1.030 de la cantidad solicitada.
