El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en la inauguración de una central termoeléctrica, que tuvo lugar en el día de ayer en el estado de Sergipe, hizo algo un tanto inusual, probablemente debido a su gran entusiasmo.
El mandatario, en medio de la multitud, cargó a un enano en sus hombros pensado que era un niño. No obstante, lo más gracioso fue quizás, cuando Bolsonaro se percata y reaccionó bajando al “pequeño” de inmediato y huyendo del lugar.
“Entre guardaespaldas y partidarios, el hombre, vestido de traje y corbata, se hizo lugar entre las personas hasta ser visto por su líder. Luego Bolsonaro lo levantó del piso, le hizo upa y toda esa secuencia quedó registrada por las cámaras”, informó el diario argentino La Nación.
Como era de esperar, las imágenes se viralizaron en redes sociales y algunos analizaron la posibilidad de que Bolsonaro no haya cometido ningún error, sino todo lo contrario. Según varias fuentes, el presidente brasileño, tiene antecedentes que hablan de una gran fascinación por las personas de baja estatura.
“¿Qué le pasa a Bolsonaro con los enanos?”, preguntó una usuaria, haciendo referencia presuntamente a algunos momentos de la campaña del político de 65 años, donde difundió un vídeo junto con algunos hombre de estas características arriba de un escenario.
Una vez más, el mandatario no respetó las medidas sanitarias y se mostró cerca de sus seguidores sin barbijo.
El pasado mes de julio, el presidente brasileño anunció que había dado positivo al Covid-19 durante una entrevista televisada, en la cual agregó que se sentía bien de salud pese a tener fiebre.
Bolsonaro, que había minimizado la gravedad del virus y lo había calificado como una “pequeña gripe”, se hizo la prueba después de desarrollar varios de los síntomas.
En una entrevista emitida por la estatal TV Brasil, Bolsonaro señaló que había comenzado a sentirse mal y que estaba tomando hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria cuya eficacia contra el COVID-19 no ha sido comprobada.
Brasil tiene el segundo brote más grande del mundo detrás de Estados Unidos. El país más grande de América Latina tiene más de 3 millones de casos confirmados y aproximadamente 112.000 muertes por COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el coronavirus.
