El cantautor español Joaquín Ramón Martínez Sabina, mejor conocido como “Joaquín Sabina”, se cayó del escenario el miércoles, durante un concierto junto a Joan Manuel Serrat en el Wizink Center de Madrid, y tuvo que ser sacado del recinto en camilla.
De acuerdo con reportes del diario ABC, el músico cayó al foso —un pasillo que divide el escenario de la platea— a una altura que no superó los centros. A la par, organizadores del espectáculo indicaron que el músico nunca perdió la consciencia e incluso, se marchó hablando con los paramédicos.
El accidente se produjo a los cuarenta y cinco minutos de haberse iniciado el concierto. Sabina recién había terminado de cantar el tema “Mis amigos” y comenzaba a ofrecer un discurso sobre la amistad. El espectáculo formaba parte de su gira “No hay dos sin tres”, que desde hace varios meses emprende junto a Serrat por la nación ibérica y varios países hispanoamericanos.
Minutos después, Sabina apareció sobre el escenario en silla de ruedas empujado por el propio Serrat para notificar que estaba bien y que estas cosas solo le pasan en Madrid. No obstante, decidió suspender el espectáculo porque el “hombro le dolía mucho” y necesitaba acudir al hospital.
“No tiren las entradas los que quieran venir en mayo, estamos confirmando el día 22 de mayo”, manifestó el cantautor, quien cumplió el miércoles 71 años.
Una de las promotoras del concierto precisó, en una entrevista concedida a la agencia de noticias Efe, que la caída no fue consecuencia de un desmayo, sino de un foco de luz que deslumbró al artista. Al parecer, Sabina se hallaba al borde del escenario y, por tanto, perdió el equilibrio.
Sorprendentemente, este no es el primer “accidente” que el intérprete de “19 días y 500 noches” sufre en el Winzik Center. En 2014, casi al final del concierto, suspendió el espectáculo por una crisis de pánico escénico. Aunque más tarde rectificó y dijo que la temprana culminación se debió a dolores de estómago.
Cuatro años más tarde, en el mismo escenario y durante la gira “Lo niego todo”, a media actuación se quedó “mudo” por una disfonía aguda.
