Joven canadiense indigna a los cubanos ¡Defendió al castrismo en plena función de ‘Plantadas’!

La película Plantadas, del director cubano Lilo Vilaplana, se exhibió esta semana en varias universidades de Canadá, con una de las funciones siendo interrumpida por una joven canadiense comunista, quien admitió nunca haber estado en Cuba.

Los asistentes cubanos protestaron llenos de indignación luego de que la estudiante de ese país interviniera en la proyección con un discurso preparado en donde alababa la supuesta paz social, el feminismo avanzado y el supuesto respeto a la diversidad sexual en Cuba gracias a la llamada “revolución”.

A través de sus redes sociales, el cineasta Lilo Vilaplana denunció el hecho, refiriéndose a la mujer como una “cómplice del castrismo”, y destacando cómo este caso es el ejemplo perfecto de la desinformación que existe sobre la dictadura cubana en el extranjero.

En su queja en redes, Vilaplana dejó saber también que la joven no solo llevaba un discurso preparado, sino que además era una extensa letanía de tres páginas que, obviamente, no la dejaron terminar de leer.

“Los comunistas no descansan. La única función empañada por la presencia de cómplices del castrismo fue en Montreal, donde, de repente al terminar la función, una joven -acompañada de un entusiasta adoctrinador que le incitó a levantarse- [quiso] leer tres hojas preparadas de antemano en defensa de la dictadura castrista en Cuba”, escribió Vilaplana en su perfil de Facebook.

Ya que el director se encontraba presente durante la proyección, aprovechó para explicarle a la joven que su intervención era una “falta de respeto” a las víctimas de la dictadura, tanto a los sobrevivientes, como a quienes todavía se hallan bajo el yugo de la misma en la Isla.

En ese sentido, el realizador de obras como El Caballo y Plantados, destacó que todavía existen prisioneras políticas en Cuba, y expresó sus sospechas de que la mujer era una infiltrada del gobierno cubano, fingiendo ignorancia sobre el país para dar su mensaje procastrista.

“No alcanzó a leer todo su panfleto retórico y seguramente escrito desde el consulado castrista en esa ciudad. Fue una acción bien pensada, enviando a una cándida joven que, con sus ‘afirmaciones’ de conocer Cuba, no vio lo que se mostraba en Plantadas”, denunció el director.

Lo cierto es que, en su discurso, la joven canadiense admitió haber conocido Cuba solo durante su estancia de seis meses de intercambio en la Universidad de La Habana, resaltando la “tranquilidad de sus calles” y, según ella, sin peligro alguno “solo por ser mujer”.

En este discurso, la joven ignoró el hecho de que organizaciones civiles cubanas han reportado al menos 60 feminicidios en lo que va del año, que el código penal cubano todavía no reconoce el “feminicidio” como delito, pese a la petición constante de grupos feministas, negándose también a instaurar protocolos de prevención o refugios para mujeres violentadas, y que las mujeres junto con las personas de la tercera edad son el grupo más vulnerable del país.

Vilaplana ha recalcado desde el inicio que Plantadas no solo es una denuncia viva de la realidad que aún impera en Cuba, sino un homenaje a las presas políticas que por décadas han perecido víctimas del castrismo, dentro de sus cárceles. Según el director, el público le informó de la verdadera situación del país, aunque no aclaró si la joven reconoció su error.

“Genoveva Canaval, exprisionera política cubana, me dijo: No puedo permitir esto. Está ofendiendo a mis muertos. El público asistente se encargó de darle una lección de historia de Cuba y mostrarle el verdadero rostro de la dictadura castrista”, indicó Vilaplana.