La gran amistad entre el polémico rapero Kanye West y el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, parece haber llegado a su fin. Sobre todo, luego de que el músico anunciara su reciente candidatura para los comicios de noviembre.
El esposo de Kim Kardashian, quien llegó a ser un orgulloso portador de la gorra roja “Make America Great Again”, confesó el pasado martes, durante una entrevista concedida a la revista Forbes, haber perdido confianza en el mandatario. “Me parece un gran desastre”, dijo.
“No me gusta haberme enterado que se escondió en el búnker”, manifestó en referencia al presunto traslado de Trump a los búnker subterráneos de la Casa Blanca durante las protestas por el asesinato de George Floyd y el racismo institucional en el país.
Los comentarios del rapero también aparecen solo unos días después que hiciera saber —a través de sus redes sociales— su interés por entrar en la carrera presidencial. Incluso, a pesar de no haber cumplido con los plazos en varios estados para poder participar en la contienda.
No obstante, West aclaró que su postulación no es un truco publicitario. Asimismo, aseguró no tener problemas con la idea de que su candidatura pudiera quitarle votos al aspirante demócrata y ex vicepresidente, Joe Biden, y ayudar a la reelección de Trump.
“Decir que el voto negro es demócrata es una forma de racismo y supremacía blanca”, señaló. “No digo que Trump esté en mi camino, puede que sea una parte de mi camino. ¿Y Joe Biden? Vamos hombre, por favor”.
“¿Sabes? Obama es especial. Trump es especial. Decimos que Kanye West es especial. Estados Unidos necesita personas especiales que lideren. ¿Bill Clinton? Especial. Joe Biden no es especial”.
El rapero también aprovechó la entrevista para revelar haber contraído en febrero el nuevo coronavirus. Sin embargo, no especificó si llegó a ser examinado y se mostró receloso de una posible vacuna.
“Escalofríos, temblar en la cama, tomar duchas calientes, mirar videos que me dicen lo que se supone que debo hacer para superarlo”, dijo sobre ese momento. “Oramos por la libertad (…) Todo se trata de Dios. Tenemos que dejar de hacer cosas que enojan a Dios”.
