La cariñosa personalidad de Camila Cabello es la mezcla perfecta entre Cuba y México
La talentosa cantante cubana Camila Cabello dejó al borde de las lágrimas a millones de seguidores en las redes sociales, donde compartió una tierna publicación dedicada a su padre, el mexicano Alejandro Cabello.
En un mensaje donde también utiliza frases en español, la intérprete de Havana demostró una vez más que, a diferencia de sus colegas del mundo del espectáculo y otros famosos de la música, para ella lo más importante es la familia y expresar siempre que puede el amor que siente por ellos.
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Muchos cubanos no pueden evitar asociar el tierno temperamento y la personalidad cariñosa de Camila con la forma en la que son educados los niños en la mayor de las Antillas, donde la familia juega un papel primordial en todos los aspectos.
En la cultura mexicana, también prima el respeto a las raíces y los mayores que nos cuidaron de pequeños.
“Mi papá, podría llorar ahora mismo solo pensando en ti”, empieza Camila su dedicatoria. “Oh sí. Estoy llorando ja, ja, ja. Todos los años para tu cumpleaños escribo algo aquí y solo porque me encanta tener la oportunidad de escribir y reflexionar sobre la suerte que tengo de tenerte como mi papá”.
Alejandro Cabello, de 51 años de edad, nació en México el 28 de octubre de 1968. Se casó con la arquitecta cubana Sinuhé Estrabao (ahora de 50 años) y ambos dieron la bienvenida a su primogénita, Karla Camila, en La Habana el 3 de marzo del año 1997.
“Pienso en cuando era un bebé y cada vez que lloraba me abrazabas y me calmaba, pienso en cuándo me hacías cosquillas y le hacías cosquillas a Sofi (su hermana menor) hasta que nos orináramos los pantalones de risa”, escribió Camila en Isntagram.
La pareja inscribió a su pequeña en el registro del poblado costero de Cojímar, 7 km al este de la capital. Allí vivieron durante 5 años hasta que decidieron viajar a Ciudad de México con la intención de cruzar la frontera a EEUU y acogerse a los beneficios del gobierno norteamericano para los nacionales de Cuba.
Alejandro no recibió la visa para viajar a los EEUU, por lo que ambas se aventuraron solas a la frontera, llevando únicamente una mochila con sus pertenencias. Pero Camila nunca piensa en los malos momentos, sino en los hermosos, y por esos agradece a su padre.
“Pienso en esa imagen de mi primer día de jardín de infantes donde estoy llorando aferrada a tu pierna porque no quería dejarte, pienso en la escuela secundaria cuando me despertabas y me decías que me preparara y 20 minutos seguía en la cama durmiendo con mi uniforme y me decías CAMILITA POR FAVOR LEVANTATE HIJA”.
“Pienso en cuando me rompí la barbilla cuando tenía 4 años y me dijiste que me iban a poner un hilo dorado mágico porque tenía miedo de las suturas. Ahora pienso que soy mayor y que los rasguños, y las heridas están en mi corazón, y me miras queriendo decirme que hay un hilo mágico que harán desaparecer todo”.
Camila asegura que su padre siempre la hace reír y eso, dijo, es igualmente un “hijo dorado” cuando tienes 22 años.
“Pienso que tu confianza en mí y en quién soy es tan fuerte que me recuerda creer en mí misma. Pienso en el hecho de que no hay nada en esta Tierra que no harías por nosotras, y nos das el amor más fuerte, más feroz, más tonto y más puro del mundo entero”.
“Te amo mi papá. Feliz cumpleaños”, concluyó
Sobre su madre Sinué, Camila había escrito unos días antes que se sentía “agradecida”. “Literalmente no sé quién sería sin ella, nunca publico cosas como esta, pero me sentía abrumadoramente agradecida porque creo que Dios me dio un ángel”, subrayó.
