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La Guardia Costera repatrió a casi 200 balseros cubanos interceptados camino a Florida

La Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) informó sobre la repatriación de 174 balseros cubanos que fueron interceptados en las aguas del Estrecho de Florida.

De acuerdo con el comunicado compartido este sábado, los cubanos fueron detenidos a lo largo de varias operaciones que se llevaron a cabo desde el pasado martes.

La repatriación fue llevada a cabo por la tripulación del cúter Raymond Evans a lo largo de dos operaciones, una el viernes y otra el sábado.

 

El reporte señala que las primeras siete intercepciones se llevaron a cabo el mismo día, iniciando con un grupo siendo avistado el 4 de octubre alrededor martes de las 5:00 a.m., a unas 50 millas al sur de Cudjoe Key.

A la 1:00 p.m., un segundo bote fue interceptado a unas 32 millas al suroeste de Cayo Marquesas, mientras que media hora después, un tercer grupo de balseros fue detenido a cinco millas al sur de Cayo Largo.

Al mismo tiempo, otro bote fue avistado por una tripulación aérea a 35 millas al sureste de Islamorada, mientras que el quinto y sexto grupo fueron detenidos a las 2:20 p.m. y a las 5:00 p.m., a 12 millas al suroeste de Cal Sal Bank, Bahamas, y 25 millas al sur de Cayo Marquesas, respectivamente.

Al día siguiente, otro bote fue visto por una tripulación aérea, alrededor de las 5:10 p.m., a unas 20 millas al sur de Cayo Marquesas y otra a unas 40 millas al sur del mismo grupo de islas.

Otro grupo de balseros cubanos fue interceptado a las 5:45 p.m., a unas 25 millas al sur de Rebecca Shoal.

Por último, un bote fue divisado el jueves 6 de octubre, alrededor de las 2:15 p.m., a unas 25 millas al suroeste de Cayo Hueso.

Al respecto, la USCG advirtió a los ciudadanos de la Isla que es peligroso intentar llegar a Florida vía marítima, pues no hay garantías de salir con vida.

Las advertencias de la institución cobran fuerza si se considera que esta semana se supo del caso de varios balseros cubanos que fueron abandonados por un grupo de traficantes de personas en una isla desierta en Puerto Rico.

Uno de los migrantes tuvo que ser trasladado al hospital, pues sufría un cuadro severo de deshidratación.

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