Las autoridades de Matanzas indicaron que más de 30 trabajadores en la Central ‘Mario Muñoz Monroy’, en el municipio de Los Arabos, fueron sancionados y separados de sus puestos luego de que se descubriera que estaban robando azúcar.
De acuerdo con el medio oficialista TV Yumurí, los trabajadores acumulaban entre 15 y 20 años de trabajo en la industria, lo que da una clara idea de lo difícil que ha sido la zafra actual, una de las peores en la historia de la Isla.
Según el ingeniero Jorge Santana Hernández, director de la central, 16 de los sancionados ocupaban puestos de puntistas, estibadores y operadores en el área de evaporación, por lo que tenían acceso al azúcar.
“Este asunto del robo de azúcar no nos deja trabajar, nos pasamos más tiempo detrás de los ladrones que en las cuestiones propias de la industria”, indicó Santana Hernández, quien, en el pasado, ha ocupado puestos directivos en 13 centrales alrededor de la Isla.
El funcionario confesó que no tienen una idea clara de cuánta azúcar fue robada, pero señala que en ocasiones llegaban a llevarse cientos de sacos al día.
“Vienen por lo general en grupos, encapuchados y con armas blancas, y logran sustraer decenas y hasta cientos de sacos diariamente, a pesar de que hemos reforzado la vigilancia. Infinidad de veces han picado la malla y abierto boquetes en la cerca de mampostería”, declaró al citado medio estatal.
El director de la central considera que las constantes interrupciones en la molienda han fomentado estos robos, pues no hay pagos extras por cumplimientos al no haber trabajo y los resultados no se acercan a los planes establecidos.
En el mercado negro, los sacos de azúcar robados pueden alcanzar hasta los 10.000 pesos cubanos (CUP), esto debido a la crisis económica y a la inflación desmedida que afectan a la Isla.
“Esta lucha es de todos los días, y todavía no se ha hecho el primer juicio para condenar a los bandidos. Hay trabajadores que se nos han ido debido a las amenazas; no vi algo así en ninguno de los otros centrales en los cuales he estado”, confesó el funcionario.
Santana Hernández considera que los robos han hecho tanto daño como los desperfectos tecnológicos que han sufrido desde el inicio de la zafra, los cuales impiden que las autoridades cumplan con los planes establecidos a inicios de año.
