Pablo y Tatiana, un matrimonio de médicos cubanos que trabajan juntos en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, de La Habana, ofrecieron su testimonio sobre las labores que desarrollan en medio de una crisis epidemiológica causada por el coronavirus (Covid-19).
“Nosotros solos no podemos”, indicaron los jóvenes especialistas en una reciente entrevista concedida al portal Cubadebate, luego de llevar más de 15 días sin descansar. “Horas negadas al sueño, trabajo constante”.
La pareja de galenos aprovechó el momento para enviar un mensaje de alerta al pueblo cubano, indicando que se mantengan en casa y aporten “su granito de arena”. Sobre todo, porque el personal de la salud no puede contrarrestar solo la pandemia que ya ha dejado en la Isla un total de 6 muertos.
Según relatan Pablo y Tatiana, el tiempo que tienen “libre” lo dedican a destacar y estar listos para enfrentar al próximo paciente. No obstante, aseguran que también aprovechan cada oportunidad para estudiar sobre la pandemia.
“Eso es extremadamente importante”, señalan.
Ambos médicos también dicen sentir miedo por el contagio, pero esto no los puede detener a la hora de atender un caso.
“Tatiana, que pudiera enfermar (…) Pero todos estos miedos tenemos que afrontarlos, porque el trabajo que estamos realizando es para evitar que cientos de abuelos y todo tipo de personas vulnerables que están allá afuera contraigan la enfermedad”, comenta Pablo.
“El temor real, en ese sentido, es no poder evitar que los pacientes puedan tener un desenlace fatal”, manifestó, por su parte, Tania.
Coronavirus en Cuba
Actualmente, en la Isla se registran un total de 288 casos confirmados, 6 muertos y 15 recuperados.
Durante la pasada jornada, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) confirmó que del grupo de infectados, 255 presentan evolución clínica estable. Mientras que, 8 se encuentran en “estado crítico” y tres, “graves”.
Simultáneamente, permanecen ingresados bajo supervisión clínica-epidemiológica por sospecha 3.343 pacientes y otros 18.314, se encuentran en sus hogares, vigilados por elementos de la Atención Primaria de Salud.
