Funcionarios del gobierno de Argentina anunciaron hace unos días la llegada de una brigada de médicos cubanos, conformada por 202 profesionales, supuestamente para atender las consecuencias que pudiera dejar el coronavirus una vez alcanzado el pico de la pandemia en el país suramericano.
Los médicos cubanos a diferencia del resto de los extranjeros que ingresan a la Argentina, no deberán cumplir con los 14 días de aislamiento obligatorio ni atravesaran el proceso de revalidación de títulos. “Llegan con una declaración jurada avalada por el gobierno cubano que garantiza que no registraron síntomas de COVID-19 y están sanos, en condiciones de prestar servicio en forma inmediata”, informó el diario argentino Infobae.
No obstante, esta noticia no fue bien recibida por la Confederación Médica Argentina, la cual manifestó su oposición mediante una carta-documento al ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.
“Ni ahora ni nunca, hemos opuesto reparo alguno al ejercicio de la medicina por parte de médicos extranjeros que quieran desempeñarse en nuestro medio, siempre y cuando cumplan con los mismos requisitos legales que se exigen a todos los médicos argentinos. Obrar en contrario, significa poner en riesgo la atención médica de los ciudadanos que, históricamente, confían en la calidad y seriedad de las capacidades obtenidas en su formación académica, y por otra parte, significa anular en la práctica los mecanismos de control por parte del Estado”, aseguran en la misiva con fecha del pasado lunes 20 de abril.
Seguidamente, manifestaron que la revalidación de títulos no era un tema menor como para dejarlo a un lado bajo la excusa de la emergencia sanitaria. “En Argentina hay suficientes médicos en cantidad y calidad para enfrentar cualquier emergencia. Contamos con uno de los mayores índices de médicos por habitante del mundo”, agregaron.
Seguidamente, exponen levemente el negocio oculto tras las “misiones humanitarias” que mantiene el gobierno de Cuba con distintas naciones del mundo, en la que aseguran que según su propia experiencia obtenida en foros internacionales, varios países “han denunciado la explotación de estos profesionales -más allá de sus capacidades limitadas- en el pago de sus honorarios por intermediarios inescrupulosos que resultaron escandalosas”.
“Desconocemos el contrato actual, pero aunque sea gratis, no lo justificamos ni avalamos por las razones ya expuestas”, resaltaron.
“Señor ministro, conocemos su trayectoria y admiramos su capacidad de gestión y consideramos que la Argentina, su gente y en especial sus médicos, no merecen padecer semejante descrédito por una decisión apresurada”, finalizaron.
Por su parte, el presidente argentino, Alberto Fernández, asegura que la decisión fue tomada por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y la vicepresidenta de la república, Cristina Fernández de Kirchner, de quien se sabe, ha viajado a Cuba en múltiples ocasiones para visitar a su hija, quien se encontraba recibiendo tratamiento psiquiátrico en la Isla caribeña hasta hace unos pocos días.
“Fue una propuesta de Axel (Kicillof), yo no tuve nada que ver”, dijo el mandatario argentino cuando le preguntaron sobre la probable llegada de los médicos cubanos al país.
Sin embargo, y pese a todo lo anteriormente planteado, la decisión ya fue tomada y la negociación cerrada. Solo resta que se instrumente el trámite administrativo para formalizar la excepción especial, la cual permitirá la llegada del vuelo en medio del cierre de fronteras dispuesto por el jefe de Estado como parte de las medidas de prevención ante el avance del coronavirus.
