El Gobierno de México logró frenar y disipar la última caravana migrante que salió esta semana desde la ciudad de Tapachula, en el estado de Chiapas, luego de ofrecer visas humanitarias para que los indocumentados pudieran transitar de manera libre por el territorio.
Esto se logró gracias a un acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), el cual se alcanzó luego de que los indocumentados recorrieran unos 60 kilómetros desde Tapachula hacia Villa Comaltitlán, ambas localidades en Chiapas, el estado mexicano más cercano a Guatemala.
Las autoridades del INM señalaron que este acuerdo se llevó a cabo para evitar que los más de 1.000 migrantes que formaban parte de la caravana arriesgaran su vida caminando por el territorio mexicano, brindándoles así la oportunidad de buscar manera alternas y seguras de viajar a la frontera con EEUU.
En días anteriores, Adán López Hernández, secretario de Gobernación de México, había confirmado que los extranjeros iban a tener libre tránsito en México, pero fue hasta este viernes que se supo del acuerdo al que llegó el INM.
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, los migrantes aceptaron esta propuesta en una reunión que se llevó a cabo en el parque central de Villa Comaltitlán, la comunidad a la que recién llegaron.
Las autoridades otorgaron Visas Por Razones Humanitarias para mujeres y niños en la caravana, mientras que los hombres y mujeres que viajaban solos recibieron la Forma Migratoria Múltiple (FMM), un documento que otorga un permiso de estancia legal en México por hasta 45 días.
“Qué bueno que el INM ha decidido otorgar esos documentos porque realmente es lo que se necesita para que deje de ser una cárcel Tapachula”, declaró a este medio Irineo Mujica, director de Pueblos Sin Fronteras, una organización dedicada a cuidar de los derechos de los migrantes.
De acuerdo con EFE, miembros del grupo Beta, encargada de auxiliar a los migrantes en el territorio mexicano, y oficiales de protección a la infancia (OPI), realizaron un censo en el parque, señalando que la caravana consistía de 814 adultos y 372 núcleos familiares, entre ellos 126 menores que viajaban acompañados y otros cinco que estaban solos.
Mientras las autoridades no facilitaron medios de transporte para los extranjeros, estas indicaron que los migrantes podrán moverse con mayor facilidad y por sus propios medios gracias a los documentos otorgados.
De esta manera, los migrantes, entre ellos cubanos y ciudadanos de otras naciones de Centro y Sudamérica, podrán llegar a la frontera en busca de una mejor calidad de vida en los Estados Unidos.
