FARÁNDULA

¡No le cerró! Kim Kardashian llevó abierto el vestido de Marilyn Monroe a la MET Gala

La empresaria millonaria Kim Kardashian fue una de las celebridades más llamativas de la MET Gala 2022, por aparecer portando un vestido original de Marilyn Monroe, pero hay un detalle sobre esto que fue revelado hasta días después del evento.

En caso de que necesiten contexto, el brillante vestido fue usado por Marilyn en 1962, en la icónica presentación en la que cantó “Feliz cumpleaños” al entonces presidente John F. Kennedy.

Por ello, la pieza está valuada en 4.8 millones de dólares, y es una prenda extremadamente delicada y valiosa de la historia de Hollywood, a la que Kim tenía prohibido hacerle modificaciones.

La también influencer respetó este acuerdo, pero, ¿a qué costo?

Bueno, de acuerdo con el sitio de espectáculos TMZ, que compartió imágenes tras bambalinas de cómo se vistió a Kim Kardashian para el importante evento anual, el precio de no ajustar el vestido para nada fue que Kim no pudo portarlo como originalmente lo planeó… porque no le cerró.

La heredera recurrió a medidas drásticas para poder entrar en el vestido, admitiendo que “quería llorar” cuando no le quedó la primera vez que se lo probó.

Tras esto, se sometió a un estricto régimen de dieta y ejercicio, con lo que consiguió perder 8 kilos (16 libras) para el 2 de mayo, fecha de la MET Gala, y así lucir la antigua y delicada pieza.

Pero esta drástica pérdida de peso no fue suficiente para reducir los marcados atributos de la socialité, quien se ha operado específicamente para lucir de esta voluminosa forma.

Por ello, el vestido no le cerró. Simple y sencillamente, no hubo manera de que su equipo embutiera los glúteos de Kim en el vestido de Marilyn, quien tenía una figura menos exuberante.

 

En la alfombra roja, una de las mayores Kardashian deslumbró al aparecer portando el vestido, combinado con un abrigo de piel blanco que utilizó alrededor de la cintura baja.

Aunque muchos pensaron que se trataba de un guiño a la moda de principios del siglo pasado, las imágenes reveladas por el citado medio muestran que el abrigo, más que un accesorio, era una necesidad.

Kim recurrió a la medida clásica de quien rompe sus pantalones en público, llevando abierta la parte trasera del vestido, y cubriéndose la retaguardia con otra prenda.

Las imágenes de TMZ fueron filmadas solo 10 días antes de la gala, y en ellas se aprecia a un equipo de ayudantes luchando por apretar el vestido sobre las curvas de Kim.

Todos se encuentran en el museo Ripley’s Believe It Or Not, donde el vestido multimillonario se conserva en una bóveda oscurecida, y con temperatura controlada, para evitar su deterioro.

Acompañada por su novio, Pete Davidson, y el peluquero Chris Appleton, Kim se paró en topless en medio de una pequeña habitación mientras asistentes enguantadas le pasaban cuidadosamente el vestido por las piernas.

Pero esta fue la parte fácil, pues los problemas comenzaron cuando llegaron a su trasero, intentando pasarlo, pero con el extremo cuidado y temor de desgarrar la prenda.

“Querido Señor, ¿Deberíamos cantar ‘Hallelujah’ o algo así?”, bromeó Kim mientras la vestían.

A pesar de la terrible experiencia, Kim se sintió aliviada y parecía complacida con el resultado, viendo el cierre parcialmente desabrochado en el espejo.

No obstante, aunque ingeniosa, la maniobra de Kim causó cientos de críticas en redes sociales. “Qué ridícula, ¿no era más fácil comprar un vestido que sí le quede?”; “Tanta obstinación y privilegio me enferman, ¿quién le dio permiso de usar el vestido de todos modos?”; y “Gente rica con caprichos de rico, y mientras a ver si no rompe el vestido”, fueron algunos de los comentarios.

 

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