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OCDH exige investigación independiente sobre la muerte de Diubis Tejeda en el 11J

Diubis Laurencio murió baleado en el marco del 11J. (Diubis Laurencio Tejada-Facebook).
Diubis Laurencio murió baleado en el marco del 11J. (Diubis Laurencio Tejada-Facebook).

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) exigió este sábado una investigación independiente sobre la muerte de Diubis Laurencio Tejeda, el único muerto confirmado durante las protestas iniciadas el 11 de julio.

Diubis fue asesinado por un policía en el barrio de La Güinera, en La Habana, el pasado 12 de julio, y aunque se identificó al oficial que disparó contra él, hasta el momento no ha sido procesado.

“Exigimos una investigación de forma urgente, porque documentos criminalísticos y forenses sobre el caso, recibidos por el OCDH, muestran graves contradicciones entre la declaración del policía que disparó mortalmente a Laurencio Tejeda y los resultados de la propia autopsia”, dijo Alejandro González Raga, director ejecutivo de la organización, reportó CubaNet.

La investigación a la que se refiere el OCDH incluyó la dactiloscopia del fallecido y la declaración del policía que disparó, el subteniente Yoennis Pelegrín Hernández.

Entre las irregularidades detectadas por el organismo, está que al agente Laurencio Tejeda se le tomó declaración como “testigo”, cuando en realidad fue uno de los victimarios y debió procesársele como investigado o imputado por la muerte.

También se critica que la Fiscalía haya exonerado al militar responsable de los cargos penales por el asesinato del hombre de 36 años, por supuestamente haber actuado en “defensa propia”.

Esta declaración, de acuerdo con el OCDH, carece de validez, pues los manifestantes ni siquiera estaban armados, y si lo estaban era con piedras u objetos que encontraran a su alrededor, nada comparable a las armas de fuego que portaban los militares.

Sobre esto, la organización denunció que “responder a una manifestación de ciudadanos desarmados con fuego vivo o real, provocando la muerte a un manifestante, es una grave violación de los derechos humanos”.

El OCDH señaló la descripción de los hechos como contradictoria: por un lado, el régimen asegura que, “para salvar su vida y la de sus compañeros”, Hernández Pelegrín “hubo de enfrentar varios disparos hacia el frente”.

Sin embargo, la autopsia practicada al manifestante, así como los testimonios de sus familiares, muestran que el disparo entró por la espalda, es decir, estaba escapando de su agresor.

El OCDH afirmó haber puesto los documentos legales a disposición de un experto en Patología y de otro en Medicina Forense y Legal, para valorar posibles contradicciones entre los informes.

Ambos especialistas calificaron las copias como “verosímiles”, aunque la declaración del policía parecía “poco creíble”.

“Aunque todos los documentos parecen reales, falta documentación, porque en las declaraciones no se describe dónde están los otros proyectiles, ni dónde impactaron. Y por supuesto, no se explica cómo es posible que una persona que supuestamente iba a agredirlo (al policía), reciba un disparo por la espalda”, cuestionaron los expertos.

Por esta razón, el OCDH exige que se realice una investigación sobre el caso con instancias independientes, ajenas al gobierno de Cuba para evitar el encubrimiento de los responsables.

El año pasado, se vivió un caso similar con el asesinato del joven Hansel Hernández, asesinado a tiros por la policía, que argumentó también “defensa propia” y lo acusó de ladrón, aunque no se hallaron bienes ni en el cuerpo, ni cerca de él y los disparos fueron por la espalda.

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