OMS reporta aumento de casos por nueva variante de COVID-19
El repunte se concentra principalmente en el Mediterráneo oriental, el Sudeste Asiático y el Pacífico occidental

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó esta semana sobre un aumento de casos de COVID-19 en varias regiones del mundo, vinculado a una nueva variante denominada NB.1.8.1.
Esta cepa fue detectada en el 11% de las muestras analizadas globalmente durante este mes, lo que ha encendido las alertas en la comunidad internacional.
El repunte se concentra principalmente en el Mediterráneo oriental, el Sudeste Asiático y el Pacífico occidental.
En Estados Unidos, las autoridades aeroportuarias confirmaron la presencia de la variante NB.1.8.1 en viajeros provenientes de estas regiones, según reportó la agencia Reuters. Los estados afectados incluyen California, Washington, Virginia y Nueva York.
A pesar del aumento, la OMS mantiene la variante en la categoría de “variante en seguimiento” y considera que el riesgo para la salud pública a nivel global es bajo. La organización subrayó que las vacunas actuales siguen siendo efectivas contra NB.1.8.1, lo que representa un alivio ante esta nueva etapa de la pandemia.
La viróloga Lara Herrero, investigadora en la Universidad Griffith de Australia, señaló a la AFP que esta variante es dominante en Hong Kong y China desde finales de abril. La OMS también reportó un incremento en hospitalizaciones en algunos países del Pacífico occidental, pero hasta ahora no hay evidencia de que NB.1.8.1 cause una enfermedad más grave que otras cepas previas.
En Estados Unidos, el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., anunció que ya no se recomienda la vacunación contra COVID-19 para niños sanos ni mujeres embarazadas, una decisión polémica que ha generado advertencias entre expertos sobre los riesgos de modificar protocolos en plena circulación de nuevas variantes.
La doctora Amy Edwards, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad Case Western Reserve, explicó que estudios indican que NB.1.8.1 tiene mayor afinidad por las células humanas, facilitando su transmisión, pero sin evidenciar mayor severidad clínica.
En el estado de Florida, el último aumento significativo de contagios ocurrió en julio del año pasado con la variante KP.3, derivada de ómicron, que comparte síntomas con el linaje JN.1, predominante desde diciembre de 2023 en EEUU. Estos síntomas incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal, cefalea, fatiga y pérdida del gusto u olfato.
La OMS mantiene una vigilancia estricta para evaluar la evolución de NB.1.8.1, su impacto en vacunas y la gravedad de la enfermedad, insistiendo que la cooperación internacional y la transparencia de los datos serán clave para enfrentar los desafíos de la nueva variante.