La Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) implementó un embargo preventivo a múltiples cuentas bancarias de contribuyentes que no pagaron el Impuesto sobre Utilidades y el Aporte por Rendimiento de la Inversión Estatal, congelándolas de manera inmediata.
De acuerdo con el medio oficialista Cubadebate, esta medida fue tomada debido a que los contribuyentes estaban obligados a pagar los ingresos no tributarios correspondientes al tercer trimestre del 2022, algo que debían hacer antes del pasado 24 de octubre.
La ONAT asegura que se tomaron medidas proactivas para estimar dicho pago, pero estas no funcionaron, por lo que se vieron “obligados” a tomar una decisión más estricta.
Según la prensa estatal, las empresas fueron notificadas de esta decisión mediante los medios de comunicación establecidos como correos electrónicos y contacto por teléfono. De igual manera, agentes de la oficina tributaria realizaron visitas en persona.
También se les dio derecho a presentar solicitudes de aplazamientos antes de la fecha límite de los pagos, esto en “caso de no contar con la liquidez necesaria para el pago”, sin embargo, ninguna de las opciones fue tomada por estas empresas morosas.
Es importante señalar que estos Impuestos sobre Utilidades y el Aporte por Rendimiento de la Inversión Estatal son los pagos que más ingresos generar a los presupuestos locales, constituyendo una fuente importante de financiamiento de la vida en esos territorios.
Esta medida está contenida en los artículos 417 y 418 de la Ley No.113 del Sistema Tributario, y fue posible debido a que todas las entidades bancarias en la Isla le pertenecen al Estado, lo que permitió la rápida acción contra estas cuentas.
La nota oficial finaliza advirtiendo a todas las entidades sobre la importancia de realizar estos pagos, los cuales “constituyen además un deber cívico” del cual depende que el Presupuesto del Estado cuente con los “recursos necesarios para satisfacer las necesidades económicas y sociales del país”, algo que resulta irónico en medio de una de las peores crisis monetarias que se ha experimentado en la historia de la Isla.
Esta crisis ha generado un descontento general en Cuba, pues gran parte del país vive constantes apagones eléctricos debido al inexistente mantenimiento que han recibido las centrales termoeléctricas de la Isla en las últimas décadas, todo mientras el Gobierno destina todos los recursos posibles al sector turístico.
