Una decena de funcionarios de la Policía Nacional de Panamá entre los que se encuentran coroneles y comisionados se han visto envueltos en un escándalo de corrupción por la venta de visas hacia el país centroamericano en la embajada panameña en La Habana.
La denuncia sale a la luz por medio de la diputada panameña Mayín Correa ante el Pleno Legislativo donde exigió a la jefa del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, que revelara a los restantes miembros de la Asamblea el informe de la investigación que según filtraciones tiene un lucro de 420 millones de dólares por el concepto de ventas ilegales de visas.
“Que nos mantenga informados de este nuevo atraco”, exigió Correa, quien citó a un directivo de Zona Libre de Colón (ZLC) como su fuente.
Todo parece indicar que la red criminal estuvo activa en completo anonimato durante los cinco años del gobierno saliente de Juan Carlos Varela.
El lunes Daniel Rojas, presidente de la Asociación de Usuarios de la ZLC, explicó que la interrupción con respecto a las tarjetas de turismo se debió a presuntas anomalías.
Según el empresario, “El Consulado emitía cupos vía electrónica para 500 o 600 personas de un solo golpe. Y llegó un momento en que esos cupos se acababan en 15 minutos. En Cuba había un robot que agarraba todos esos cupos y los acaparaba, pura tecnología. Esos cupos, las personas que eran dueñas de ese robot, los vendían en 500 dólares. Y la tarjeta solo vale 20 dólares en el Consulado. Entonces hay que eliminar ese negocio y regularizar esa situación”, agregó.
Parece que el nuevo gobierno de Panamá está al tanto de la situación y a finales del mes de julio suspendió la expedición de visas de manera “temporal”.
Los empresarios de la ZLC están muy preocupados pues la baja asistencia de cubanos que iban de compras ha afectado el negocio. Se calcula que entre enero y julio de este año, un total de 23.527 turistas cubanos entraron a la zona franca, lo que representa el 40% del total de visitantes.
Con información de Periódico Cubano
