El físico, CEO de Tesla Inc y SpaceX, Elon Reeve Musk, causó polémica esta semana en Twitter luego de asegurar que, de ser necesario, la administración de Estados Unidos podría llevar a cabo un golpe de Estado para obtener litio. Un ingredientes fundamental para elaboración de baterías destinadas en un futuro a la electro-movilidad.
“Otro paquete de estímulos gubernamentales no está en el mejor interés de la gente”, indicó el magnate en alusión al grupo de política que podrían aplicarse en la nación norteamericana como incentivo ante la crisis económica desatada por el coronavirus.
El argumento de Musk, sudafricano nacionalizado estadounidense, fue rápidamente contrarrestado por otro usuario.
“¿Sabés lo que no estaba en el mejor interés de la gente? Que el gobierno de Estados Unidos organice un golpe contra Evo Morales en Bolivia para obtener el litio de ahí”, indicó el internauta identificado como “History Of Armani”.
“¡Daremos un golpe a quien nos dé la gana! Acéptalo”, respondió el multimillonario.
La renuncia de Evo Morales
Por otra parte el expresidente boliviano Evo Morales, quien en su momento denunció haber sido víctima de un golpe de Estado, compartió las palabras de Musk y aseguró que esta es otra evidencia de la intervención de Estados Unidos en la nación sudamericana por los recursos naturales.
“El dueño de la fábrica más grande de autos eléctricos, dice sobre el golpe de Estado en Bolivia: ‘Nosotros golpearemos a quien queramos’. Otra prueba más de que el golpe fue por el litio boliviano. Dos masacres como saldo. ¡Defenderemos siempre nuestros recursos!”, declaró el exmandatario, quien ahora se encuentra refugiado en Argentina a la espera de las elecciones bolivianas pospuestas por la pandemia.
Evo Morales renunció a su cargo el pasado 10 de noviembre, tras casi quince años en el poder, con el objetivo de cesar los violentos enfrentamientos entre sus partidarios y detractores. Las hostilidades dejaron un saldo total de tres muertos y cientos de heridos. El país se vio envuelto en una aguda crisis política y social a raíz de los comicios del pasado 20 de octubre, catalogados de “fraudulentos” por la oposición.
Desde entonces, y bajo estipulado en el Artículo 169 de la Carta Magna bolivariana, la presidencia ha sido asumida provisionalmente por Jeanine Áñez, quien fuera la segunda vicepresidenta del Senado de Bolivia.
