El Gobierno de Cuba a través del Clasificador Nacional de Actividades Económicas (CNAE) incluyó en la lista de actividades “donde no se permite el trabajo por cuenta propia” el ejercicio del periodismo, como la impresión de periódicos y revistas.
Dicha medida, quedó establecida en el punto 11 de la sección III.C en donde detallan la prohibición de algunas actividades de la industria manufacturera.
Según el CNAE, el listado dado a conocer este miércoles “pudiera ser modificado a partir del proceso de conciliación de las normas jurídicas, actualmente en proceso de elaboración”.
En tanto así quedó prohibido en Cuba: La “impresión de periódicos, revistas, tabloides, libros, mapas, atlas, sellos de correos, timbres fiscales, documentos de títulos, cheques y otros documentos de garantía, incluye cuños, papel moneda y cualquier otro impreso que atente contra lo dispuesto en la Constitución de la República de Cuba y en la legislación vigente”.
Por otra parte, en la sección de X.J en donde se habla sobre la información y las comunicaciones, el CNAE restringe la producción de contenidos culturales como “Edición y maquetación de libros, directorios y listas de correos, periódicos, tabloides y revistas en cualquier formato o soporte”.
Ratificación de la censura en Cuba
Con esta medida impuesta por el CNAE se ratificó una vez más la censura por la cual ha pretendido mantener el régimen castrista a los periodistas cubanos quienes solo han deseado ejercer el periodismo de la manera correcta mostrando la realidad en la Isla.
Asimismo quedó restringida la “Producción audiovisual cinematográfica, actividades de grabación de sonido y edición de música, excepto la operación y/o arrendamiento de equipamiento para la producción artística, Agente de selección de elenco (casting), Auxiliar de producción artística”.
En tanto así, en la sección XVIII.R donde se especifican actividades relacionadas con actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas quedaron explícitamente prohibidas “las actividades periodísticas”.
De igual manera, se prohibió la “gestión de salas de concierto, de vídeos, galerías de arte, librerías, excepto la venta de libros de uso, casas de cultura, teatros y otras instalaciones culturales”.
El Clasificador Nacional de Actividades Económicas fue creado por el régimen a través del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (MTSS) para imponer a su gusto las actividades que podrán ejercer los trabajadores por cuenta propia.
