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Racismo, homofobia y otros discursos de odio dominan Twitter tras la llegada de Elon Musk

La compra de Twitter por el empresario multimillonario Elon Musk ha desatado una ola de mensajes discriminatorios de toda índole, desde las primeras horas después de que se conociera el cambio de propietario.

Durante el proceso de adquisición, Musk hizo especial énfasis en su desacuerdo con las políticas de la plataforma en ese momento, acusándola de “censurar” a los usuarios, y prometiendo mayor “libertad de expresión” cuando llegara a tomar el mando.

Sin embargo, esto parece haber sido malinterpretado por miles de usuarios que se sintieron con la libertad para promover discursos racistas, homofóbicos, machistas y antisemitas, acusando que están ejerciendo “libertad de expresión”, cuando en realidad se trata de “discursos de odio”.

De acuerdo con el Network Contagion Research Institute, que analiza el contenido de las redes sociales, se registró un aumento del 500 % en el uso de la palabra ‘N’ en Twitter tan solo en las 12 horas posteriores a la toma de posesión de Musk.

A los insultos racistas, le han seguido en aumento de contenido los insultos homofóbicos, transfóbicos, y antisemitas.

En medio del caos que se ha desatado entre los usuarios de la red social, el fundador de Tesla recalcó que las políticas todavía no han cambiado.

Asimismo, destacó que, el hecho de que quiera cambios en la regulación del contenido permitido en la plataforma no significa que se vaya a permitir que cualquiera escriba lo que quiera sin ningún tipo de consecuencias, pues se trata de una red social “cómoda para todos”.

“La razón por la que adquirí Twitter es porque es importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública digital común. Dicho esto, Twitter obviamente no puede convertirse en un infierno de todos contra todos, donde se puede decir cualquier cosa sin consecuencias. Además de adherirse a las leyes del país, nuestra plataforma debe ser cálida y acogedora para todos”, tuiteó la semana pasada.

No obstante, dada la omisión de la plataforma ante los comentarios negativos contra ciertos sectores vulnerables, los usuarios han tomado la responsabilidad de regular el contenido, y algunas marcas y personalidades han tomado el asunto en sus manos, optando por una postura de rechazo hacia la plataforma mientras se define su verdadera visión.

Marcas como General Motors y Ford anunciaron este fin de semana que suspenderán la publicidad en Twitter hasta que quede más claro hacia dónde está llevando Musk a la empresa.

Por su parte, la guionista y productora de Hollywood Shonda Rhimes abandonó también su cuenta en la red social, despidiéndose con un último mensaje: “No estaré aquí para ver lo que Elon haya planeado. Adiós”.

El basquetbolista profesional LeBron James también se pronunció en respuesta a los datos sobre el aumento de la palabra N.

“Espero que [Musk] y su gente se tomen esto muy en serio porque da miedo. Tantas malditas personas no aptas que dicen que el discurso de odio es libertad de expresión”, escribió.

La superestrella de la NBA también reconoció en el tuit que no conoce a Musk ni le importa quién es el dueño de la plataforma, sino que está más preocupado por los efectos peligrosos del discurso de odio desenfrenado.

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