Las autoridades mexicanas rescataron a varios migrantes cubanos que estuvieron a punto de ahogarse en las traicioneras aguas del río Bravo.
De acuerdo con el medio local Zócalo, el rescate estuvo a cargo de miembros de la policía del estado y del Instituto Nacional de Migración (INM), los cuales socorrieron a 15 extranjeros, entre ellos 11 de origen cubano.
El incidente ocurrió el pasado 26 de mayo, en la localidad de Piedras Negras, Coahuila, cuando un grupo de indocumentados intentó arribar a Texas cruzando el cuerpo de agua. El resto del grupo lo conformaba un colombiano y tres personas de Nicaragua.
El citado medio recalcó que este rescate ocurrió horas después de que varios menores fueran arrastrados por la corriente del río, luego de que otro grupo de siete personas intentara llegar a EEUU.
De ese grupo, solo una mujer y un bebé de dos años de edad lograron regresar a tierra firme, mientras que los otros permanecen como desaparecidos.
Debido a estos incidentes, las autoridades mexicanas instan a los migrantes a cruzar hacia EEUU de manera legal, pues las corrientes y la profundidad del río suelen cambiar sin previo aviso, lo que termina costándole la vida a más de uno.
Los cubanos serán puestos a disposición de las autoridades correspondientes, las cuales determinarán si estos podrán permanecer en el país o serán repatriados a la Isla.
Cubanos arriesgan su vida para llegar a EEUU
Es necesario mencionar que la corriente del río Bravo es solo uno de los riesgos que deben afrontar aquellos que desean llegar a EEUU en busca de una vida mejor que la que podrían obtener en Cuba, pues las autoridades estadounidenses han advertido sobre la presencia de cocodrilos en sus aguas.
De igual manera, los migrantes deben de afrontar los peligros que representa el crimen organizado en varias de las localidades cercanas a la frontera, las cuales se dedica a secuestrar y extorsionar a aquellos que intentar cruzar a EEUU.
Esta fue la experiencia que Sadiel González y su madre Bárbara Rodríguez vivieron tras arribar a Ciudad Juárez, en Chihuahua, donde fueron secuestrados por una banda delictiva.
La mujer indicó durante una entrevista que sus familiares residentes en EEUU tuvieron que reunir alrededor de 30.000 dólares para pagar su rescate.
