Si estás pensando en dejar toda tu herencia a tu mascota, no serías ni el primero ni el último. En la actualidad, el 81% de los dueños de mascotas valoran a sus animales igual que a sus hijos. Más de la mitad prefiere el término “padre del animal” que “dueño”, y el 44% de los amos tiene algún tipo de acuerdo para ceder el legado a su mascota.
Karl Lagerferd, que curiosamente falleció un día antes del Día Mundial del Gato, decidió dejar toda su fortuna a su amada felina Choupette.
Ver esta publicación en Instagram
La popular gata posee dos cuentas de Instagram: una acreditada como la cuenta oficial donde cuenta con más de 38.000 seguidores y otra transformada en la marca del felino donde acumula casi 300.000, gestionada por la consultora de marketing digital Ashley Tschudin.
Además, la gata tiene una agencia de representación llamada My Pet Agency, que se define como “la primera agencia global de mascotas influencers”.
La gatita, de nueve años y de raza birmana, viaja en aviones privados, tiene un agente propio, un guardaespaldas, una niñera, un doctor y un chef.
También ha trabajado como modelo; en 2014 la felina se embolsó alrededor de 3 millones de euros por tan solo dos contratos. A esto habría que sumarle la herencia de la fortuna de su dueño: casi 180 millones de euros.
Cuando le preguntaban a Lagerfeld por su mascota, el respondía:
“Choupette tiene algo único. Es como un ser humano, pero lo bueno es que está en silencio. No tienes que discutirlo. Odia a otros animales y odia a los niños. Ella se queda siempre conmigo”.
Otros felinos también han sido afortunados herederos en el mundo
Blackie (Reino Unido)
Según el Guinness World Records, el gato más rico del mundo es un gato negro llamado Blackie que heredó 7 millones de libras (12,5 millones de dólares) en 1988 cuando su dueño Ben Rea, un comerciante de antigüedades, dejó una buena parte de su fortuna a su querida mascota. En su testamento, Rea no dejó nada para su familia y dio donaciones adicionales a varias organizaciones benéficas relacionadas con los gatos, indicándoles que cuidaran a Blackie.
Tommaso (Italia)
Maria Assunta, la viuda adinerada de un magnate inmobiliario italiano, dejó su fortuna de 10 millones de euros (unos 13 millones de dólares) a su gato Tommaso cuando murió en 2011. Asunta no tenía hijos y dejó el dinero del gato con su enfermera de toda la vida, quien le dijo al Daily Telegraph que no tenía idea de que la mujer que cuidaba durante todos esos años era tan rica. La enfermera y el gato se mudaron a un área no revelada a las afueras de Roma después de la muerte de Assunta para evitar posibles estafadores.
Tinker (Reino Unido)
Tinker es un gato perdido que se perdió hasta que Margaret Layne lo encontró y lo amó, quien dejó a Tinker con una casa en el norte de Londres y un fondo de ahorros cuando murió, con un valor total de casi un millón de dólares. Layne dejó su hogar a Tinker y luego nombró a su vecino y a su esposa como los administradores de ese fondo de ahorros en nombre del gato. También atienden a sus necesidades nutricionales, dejando leche y alimentos todos los días.
¿Se puede dejar toda la herencia a tu mascota?
Según Arriaga Asociados, en España no se puede dejar la herencia a una mascota. Aunque parezca extraño, es una de las preguntas más recurrentes que se le hace a los juristas o testamentarios, especialmente cuando se dan casos de personas mayores sin herederos directos.
No obstante, la mascota sí puede dejarse como herencia, y es un objeto más de reparto como los cuadros de tu habitación, la casa de la montaña o tu propio vehículo.
Para asegurarse de que la persona que dejas como heredera se encarga de tu animal y que no lo ofrezca en adopción tan pronto como entre en su casa, es posible constituir una fundación con el objetivo de cuidar y proteger a la mascota.
Sin embargo, si viviéramos en países como Estados Unidos y tuviésemos una mascota, podríamos ser parte del 44% de dueños de mascotas que tienen algún tipo de acuerdo financiero posterior a la muerte para cedérselo a su mascota.
En Estados Unidos existen leyes como la Pet Trust Act, para garantizar el bienestar del animal en caso de muerte o incapacidad de su dueño. La ley Pet Trust Act, en sí misma, es un estatuto muy breve y simple, que aborda principalmente la disponibilidad y la exigibilidad de los fideicomisos de mascotas.
