FARÁNDULA

“Stranger Things” revive una canción de hace 37 años y la lanza al #1 que nunca tuvo

La cuarta temporada de Stranger Things auguraba ser un éxito total desde que la compañía Netflix anunció su estreno hace unos meses.

La serie fue uno de los hits de la plataforma de streaming desde que se estrenó en 2016, con personajes entrañables, una propuesta original, y una carga sobrecogedora de nostalgia para todos aquellos que hayan pasado su infancia o juventud en los años ochenta.

Pero este éxito no se ha limitado solo a la serie en sí, o a sus actores, sino que se ha extendido a los productos que aparecen en la serie.

Este fue el caso de los wafles marca Eggo, icónicos de la primera temporada, pero ahora también a productos audiovisuales, como fue el caso de una canción utilizada en su entrega más reciente.

La serie de ciencia ficción logró resucitar un tema de 37 años de antigüedad, y lanzarlo a los primeros lugares de las listas de popularidad en las plataformas de reproducción.

El tema de 1985 “Running up that hill”, de Kate Bush, se encuentra ahora en el número 1 de descargas de iTunes, y entre las 100 más escuchadas de Spotify.

Aunque la canción es una de las más famosas de Bush, parte de su quinto disco “Hounds of Love”, en su tiempo nunca llegó al primer puesto entre las más escuchadas.

Durante la década de los ochenta, cuando se estrenó, lo más lejos que llegó la canción fue el tercer puesto en la lista de “singles” del Reino Unido (de donde Bush es originaria), y con el puesto 30 en el Billboard Hot 100.

Canción “Running up that hill” en Stranger Things

“Running up that hill” es sin duda uno de los temas musicales importantes en la última temporada de la serie de ficción, una de las primeras producciones propias de Netflix.

La canción suena por primera vez cuando uno de los personajes principales la escucha en su walkman, mientras camina por los pasillos de la secundaria Hawkins, el pueblo ficticio en el que transcurre la trama.

Más adelante, la canción volverá a escucharse, en uno de los momentos más dramáticos de la serie, y vital para los personajes involucrados.

Con sus sintetizadores Fairlight y su batería galopante, esta composición es uno de los temas cumbre de la artista londinense, hoy de 64 años.

El característico sonido “ochentero” de los sintetizadores, que daban a la música un toque “futurista”, en combinación con la voz casi sobrenatural de la intérprete, que alcanzaba varias octavas, le dan a la canción un aire mágico, que sin duda ha cautivado a las nuevas generaciones.

En este sentido, sería seguro decir que, aunque la popularidad de Stranger Things ciertamente colocó “en el foco” la canción a casi cuatro décadas de su estreno, es el valor de la misma lo que la ha posicionado en el gusto de un público joven y con una ventaja tecnológica para acceder a ella.

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