A pesar que el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, no invitó a su toma de posesión al gobernante Miguel Díaz-Canel, el futuro subsecretario de Salud Pública de Uruguay aseguró el pasado viernes que su gobierno mantendrá el actual convenio de salud con Cuba,
José Luis Satdjian, quien fue ya nombrado para el cargo, declaró al portal Teledoce que el trabajo de los oftalmólogos cubanos en el Hospital de Ojos continuará, porque es una buena política.
“El convenio está vigente, nunca se planteó derogarlo ni nada por el estilo. El convenio está firmado y vigente, los dos países se benefician del mismo y corre por un carril distinto (dijo, refiriéndose a la no invitación a la ceremonia de asunción). Si se quiebra el convenio no es por el lado uruguayo”, resaltó.
Satdjian anunció además que se destinarán más recursos para controlar la calidad asistencial de las clínicas mutualistas.
“La junta va a seguir existiendo y va a estar controlando la parte financiera, nosotros vamos por la parte asistencial que le compete por ley al Ministerio que hasta ahora no tenía recursos para ello. A nosotros se nos otorga la responsabilidad de ser garantes para que se cumplan las normas sanitarias, el que no cumpla vamos a incentivar a que se mejore”, precisó.
En diciembre del pasado año, el gobierno sudamericano en funciones ratificó el acuerdo con médicos cubanos de la Misión Milagro, pese a las críticas y dudas sobre la formación de dichos especialistas.
El Ministerio de Salud Pública y la Administración de Servicios de Salud del Estado de Uruguay, en un comunicado, defendió los convenios suscritos con el gobierno cubano a partir de 2007, y corroboraron que la “idoneidad técnica se basa en el prestigio de la medicina cubana”.
La capacidad de los profesionales cubanos que integran la Misión Milagro en Uruguay quedó en evidencia luego de que varios cooperantes que ‘desertaron’ de la misión, desaprobaron los exámenes que la ley exige a los extranjeros que aspiren a ejercer en el país austral.
Según un reportaje de El País, de nueve galenos que tuvieron que revalidar sus títulos de oftalmólogos, seis suspendieron la prueba. Las autoridades sanitarias mostraron entonces su preocupación, debido a que esos especialistas estuvieron trabajando en el Hospital de Ojos durante dos años.
