NOTICIAS DE CUBA

Uso constante del celular cambia la anatomía original del cráneo

A través de un estudio realizado en Australia se ha determinado que el uso intensivo y sostenido de equipos móviles y tablets pueden generan un cambio en la morfología del cráneo.

Dicho estudio se llevó a cabo en la Universidad de Shunshine Coast, en Australia, de la mano de un grupo de investigadores, quienes determinaron la existencia de una nueva protuberancia ubicada justa debajo del cuello, la cual asocian al hábito de usar el celular, esto tomando en cuenta que el mantenimiento de dicho hábito obliga a las personas a mantener constantemente el cuello flexionado.

Esta posición sostenida genera una tensión constante en los músculos del cuello, los cuales se encuentran insertados directamente sobre las estructuras óseas; de manera que el estrés mecánico mantenido genera una reacción, esta reacción se trata de un nuevo crecimiento óseo de forma de espina o pico.

Según lo que los especialistas explican, este crecimiento puede llegar a ser tan pronunciado que se evidencia en el examen físico palpándose por encima del cuero cabelludo.

Hasta el momento no se ha logrado determinar a ciencia cierta la relación causa-efecto entre la presencia de esta protuberancia y el hábito del uso de la tecnología; sin embargo, uno de los científicos de la universidad australiana (David Shahar) afirma que la incidencia de la misma ha venido aumentando a lo largo de la última década, hecho que coincide con el avance y uso más pronunciado de estos artefactos tecnológicos.

Para llevar a cabo el estudio, Sahar y el resto de los investigadores evaluaron las radiografías craneales de un total de 218 pacientes de entre 18 y 31 años; llegando a la conclusión de que el 41 por ciento de ellos había desarrollado la protuberancia en cuestión, y otro 10 por ciento evidenció un bulto especialmente grande de al menos 20 milómetos.

“Nuestro cuerpo ha respondido colocando ahí un nuevo hueso de refuerzo, que se manifiesta como una protuberancia puntiaguda y que consigue distribuir el peso de la cabeza en un área más grande”, es parte de las conclusiones a las que Shahar ha llegado a través de este estudio.

Para determinar el rango de edades a estudiar, Sahar había realizado una investigación previa en el 2018, por medio de la cual evaluó a 1.200 personas en edades comprendidas entre 18 y 81 años, determinando que la presencia del pico óseo se evidenciaba con mayor frecuencia en la población joven.

Los resultados arrojados en esta investigación se traducen como una muestra más de la capacidad de reacción y adaptación de nuestro organismo, y cómo este va cambiando en la medida que nosotros lo sometemos a nuevos hábitos y costumbre; de esta manera lo han interpretado los científicos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas