Víctor Manuel Rocha se declara no culpable de espiar para Cuba
Pese a estas acciones, el exdiplomático estadounidense decidió colocar todas sus propiedades a nombre de su esposa
El exdiplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha, quien fue detenido por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) acusado de espiar para el régimen de Cuba, se declaró no culpable de estos cargos.
El funcionario, quien fungió como embajador de EEUU en Bolivia, está acusado de haber brindado información clasificada a Cuba durante más de 40 años, pero aun así se declaró inocente a través de un documento que sus abogados presentaron ante un tribunal de Miami.
Rocha, de 73 años y originario de Colombia, se encuentra retenido en un centro de detención, y solicitó no presentarse en el tribunal el próximo viernes 16 de febrero, cuando iba a realizarse la lectura de cargo. Esta petición aún no ha sido aprobada por el juez.
El caso ha estado en el ojo público desde que inició, en especial por las implicaciones que podría tener en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
La audiencia formal para la lectura de los cargos se retrasó de manera continua, con algunos analistas atribuyendo esto a una posible negociación entre Rocha y la fiscalía o una posible colaboración en la investigación para reducir su sentencia.
Sin embargo, para esta colaboración debería de reconocer su culpabilidad, y la declaratoria de inocencia elimina dicha posibilidad.
Rocha, quien fue detenido a inicios de diciembre de 2023, está acusado de actuar como agente ilegal de un gobierno extranjero y de hacer declaraciones falsas para obtener o utilizar un pasaporte de EEUU.
Es importante recordar que la ley estadounidense exige que las personas que trabajen bajo el control de gobiernos extranjeros notifiquen de esto a la oficina del Fiscal General, un requisito que Rocha ignoró.
De igual manera, llama la atención que, pese a declararse inocente, Rocha ha decidido transferir todas sus propiedades inmobiliarias en Florida a nombre de su esposa. Estas propiedades tienen un valor de cuatro millones de dólares, y corren el riesgo de ser decomisadas en caso de ser encontrado culpable.
En ese sentido, la decisión de poner todo a nombre de su esposa, Karla Wittkop Rocha, deja en evidencia que el exdiplomático considera que ser encontrado culpable en este proceso es un riesgo muy probable.
