Mientras el designado mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez y la primera dama Lis Cuesta celebraron el Día de la Rebeldía Nacional (26 de julio) con trajes a juego inspirados en la insignia nacional, muchos cubanos “de a pie” tuvieron que conmemorar la fecha con apagones injustificados. Incluso, algunos barrios vieron el servicio restablecido recién, el lunes en horas de la tarde.
Este año, a raíz de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus, los actos públicos y discursos políticos que acompañan la histórica jornada tuvieron que ser suspendidos. Por ello, el Gobierno instó a sus ciudadanos a festejar a través de las redes sociales.
“Será un 26 distinto, pero nos moverán los mismos sentimientos. No habrá el acto que desde 1959 hemos hecho cada año de Revolución para rendir tributo a los héroes y mártires de aquella gesta de julio de 1953. Mas no faltará el homenaje de cada revolucionario a aquel día que fue luz de aurora”, indicó el sitio oficial Cubadebate.
Anniversary 67 of #AsaltoMoncada and #Bayamo garrison, #DíaDeLaRebeldía. I hug #Raúl, #Ramiro and other combatants of both actions. I'm proud and honored to defend the homeland next to you.#SomosCuba #SomosContinuidad pic.twitter.com/tccOvfm6D7
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) July 26, 2020
¡Qué rico el apagón!
Sin embargo, muchos usuarios acudieron a las plataformas no para recordar el asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, sino para quejarse de la falta de luz en algunas localidades desde el sábado. “Joder, qué rico el apagón ¡Viva el 26 de Julio!”, escribió con sarcasmo en Twitter Eduardo Gutsens, estudiante de Ingeniería en Telecomunicaciones y Electrónica.
Joder que rico EL APAGÓN!! viva el 26 de julio 🤷🏻♂️ pic.twitter.com/r6j2w94UMs
— Eduardo Gutsens (@egutsens) July 27, 2020
Al parecer, parecer la pérdida del suministro afectó principalmente a los barrios del capitalino municipio de San Miguel del Padrón.
De acuerdo con varios internautas, el apagón —que duró al menos 48 horas— no tuvo explicación y tampoco faltaron los vecinos que creyeron que se trataba de un “atentado” en vísperas de la histórica fecha. Muy pocos pudieron contactar con la Empresa Eléctrica de La Habana, vía teléfono, y los más afortunados recibían diferentes respuestas de lo acontecido.
Asimismo, la unión entre el calor y la falta de electricidad levantaron las preocupaciones entre los residentes. Sobre todo, ante la latente posibilidad de que se echaran a perder los alimentos conservados en el refrigerador.
