Tómate el café y cómete la taza es la práctica implementada por la aerolínea bandera de Nueva Zelanda, Air New Zealand, que comenzó a servir a sus pasajeros el café en tazas que serán completamente comestible. El concepto pretende contribuir al cuidado del medio ambiente y eliminar la utilización de plásticos tanto en los aviones como en las salas de espera manejadas por la aerolínea.
La compañía área dijo que de este modo sustituirá más de ocho millones de tazas de café que cada año ofrece por una alternativa más ecológica.
Las tazas de biscotti tienen sabor a vainilla y están producidas a base de fécula de maíz. La decisión de la aerolínea se produce poco después que introdujo tazas biodegradables con la finalidad de hacerlas más fácil para convertirlas en composta.
“Hemos estado trabajando en asociación con la innovadora compañía de Nueva Zelanda dos veces para explorar el futuro de las tazas de café comestibles, que tienen sabor a vainilla y son a prueba de fugas”, dijo el gerente senior de Air New Zealand, Niki Chave.
“Las tazas han sido un gran éxito entre los clientes que las han usado y también hemos estado usando las tazas como platos de postre. La aerolínea continuará probando las tazas de café comestibles de Twiice y trabajará con la compañía y otros socios para explorar opciones de escala que podrían convertirlo en un producto viable a largo plazo para la aerolínea”, comentó Chave.
Twiice es una empresa familiar local conocida por elaborar recipientes a base de harina de trigo, maíz, azúcar, huevo y esencia de vainilla. Todas sus producciones son hechas a mano por lo que para cubrir la demanda de Air New Zealand necesitaría expandirse.
En julio de 2019, Air New Zealand anunció que los condimentos servidos a bordo, como aderezo para ensaladas y salsa de soja, se servirían en recipientes reutilizables en lugar de paquetes de plástico individuales.
La cruzada contra el plástico también se extiende a otras compañías dedicadas a la transportación masiva de pasajeros obligados a dar un servicio a grandes cantidades de clientes. Ese es el caso del tren Eurostar, que une París con Londres, y que el mes pasado introdujo latas reciclables, botellas de vidrio o cubiertos de madera para dejar de usar ese elemento contaminante derivado del petróleo.
