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Balsero cubano denuncia los graves maltratos que vivió bajo custodia de las Bahamas

Un joven balsero cubano denunció los malos tratos que pasó durante su tiempo encerrado en un centro de detenciones para migrantes en las Bahamas, señalando que hubiera preferido ahogarse en el mar que haber pasado esos malos tratos a manos de las autoridades migratorias.

De acuerdo con el medio Univisión, el joven fue identificado como Carlos Ramírez, quien estuvo junto a su esposa en Nassau, capital de Bahamas, por tres meses.

El cubano explicó que la embarcación en la que viajaban a los Estados Unidos naufragó en septiembre de 2022 cerca de un islote, y que fueron rescatados por la Guardia Costera norteamericana (USCG, por sus siglas en inglés), la cual los trasladó a las Bahamas.

Durante ese tiempo, sufrió un infierno, el cual estuvo caracterizado por los golpes que pasó y el hambre que atravesaron juntos.

“Mi esposa estuvo embarazada ahí y pasando hambre, pasando necesidad. Yo tenía que quitarme mi comida para mandársela a ella”, dijo Ramírez, quien recalcó que no podían comunicarse con sus seres queridos en la Isla.

El balsero asegura que no pueden quejarse de los malos tratos, de lo contrario, los mismos guardias agreden a los migrantes.

“Lo más malo que tienen ellos es el maltrato. Ahora tú sales y te quejas o pides agua o algo, como yo, que reclamé mi desayuno, y entonces querían entrar a sacarme para darme golpes. Las personas de la nave no dejaron que me sacaran, pero el que se deja sacar, a ese lo muelen a golpes”.

Según el testimonio de Ramírez, los migrantes se encuentran hacinados en habitaciones que estaban diseñadas para albergar a 40 personas, pero en las cuales metían a unas 80.

Recalcó que ninguno de los migrantes podía comunicarse con sus familias, pues nunca les permitieron realizar llamadas a sus países de origen.

“Ahí hay unos teléfonos afuera, puestos de adorno. Ahí llegamos y nunca nos dieron derecho a una llamada telefónica. Mi familia me daba a mí por muerto, por perdido en el mar”, dijo Ramírez, quien asegura que los detenidos debían de buscar la manera para enviar mensajes a sus seres queridos.

El joven fue deportado de regreso a Cuba el pasado 13 de enero, por lo que pasó casi cinco meses incomunicado junto a su esposa.

En los últimos días, las autoridades de las Bahamas informaron que, durante el 2022, detuvo a 623 balseros cubanos, por lo que la situación que vivió la familia de Ramírez puede estar repitiéndose cientos de veces.

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