Según dijo una fuente al portal independiente Cubanet, el andamio colgante en el que se encontraban los pintores se vino abajo de un lado, por lo que casi caen al vacío.
“Todo fue muy rápido. El andamio empezó a caerse de un lado. Yo pensé que los empleados se mataban, porque te aseguro que si ellos caen de esa altura no creo que hubieran hecho el cuento”, dijo un testigo identificado como Wilmer Cuní.
Ante el inminente peligro, el grupo de rescatistas actuó con acierto para rescatar a los trabajadores, los cuales fueron bajados mediante sogas.
Todo indica que los hombres realizaban sus tareas sin las medidas de seguridad requeridas para este tipo de labor de alto riesgo.
“Aquí no nos dan medios de protección ninguno y no es seguro que no los manden. Lo más probable es que se los lleven, porque como no hay control de nada… imagínate tú. Tenemos que estar arriesgando nuestras vidas para poder trabajar y ganar dinero. Nos la jugamos día a día”, declaró uno de los trabajadores bajo anonimato por temor a represalias.
Según la Ley de Protección e Higiene del Trabajo, en Cuba el Estado es el responsable de suministrar los medios de protección de los trabajadores en los distintos empleos. Esto no podría estar más alejado de la realidad y es por ello que ocurren episodios tan lamentables como este.
Afortunadamente, no hubo heridos en esta ocasión gracias a la destreza y rapidez con la que actuó el cuerpo de bomberos.
