Cuentapropista promotora del 15N obligada a cerrar su negocio tras presión policial
Saily González Velázquez, emprendedora y una de las promotoras de la Marcha Cívica por el Cambio del 15 de noviembre, se ha visto obligada a cerrar su negocio Café Amarillo B&B en Villa Clara debido a la presión de la policía política.
González indicó en sus redes sociales que no es posible ser un emprendedor en la Isla, asegurando que eventualmente reabrirá su negocio “en una Cuba con derechos”.
Mediante un video, la activista compartió con sus trabajadores los motivos por los que su negocio debió de cerrar, ofreciendo ayuda para que todas las personas que perdieron sus empleos puedan encontrar otro trabajo.
“Cerramos. No sin dolor. Nos despedimos de una comunidad que nos ha apoyado incondicionalmente”, redactó.
González ha sido víctima de acoso policial desde que anunció de manera abierta su apoyo a la Marcha Cívica que habrá en su ciudad.
“No existen derechos en Cuba para los que quieren un cambio, para los que sueñan y actúan por la democracia y la libertad. El hostigamiento a quienes lo hacen y a quienes rodean a estas personas es una práctica común por parte de la policía política que, por responsabilidad, deseamos evitarle a nuestros trabajadores”, asegura el video compartido por la cuentapropista.
Especificó que su negocio nació, creció y hoy “descansa” bajo dictámenes de un sistema que no permite que las empresas no incurran en “ilegalidades” para su funcionamiento, pues de esta manera puede “penalizar por cualquier motivo a aquellos empresarios que lo desafían”.
“No permitiremos que un sistema legal injusto manche nuestras ganas de hacer”.
La emprendedora aclaró que su negocio no cierra porque decidió de la noche a la mañana ser activista y luchar por los derechos humanos, sino porque en la dictadura “ser activista por estas razones, es un crimen”.
“Nos veremos otra vez en una Cuba con derechos”, finalizó González.
El Gobierno cubano está aplicando una serie de estrategias para evitar que la marcha planificada para el 15 de noviembre se lleve a cabo, calificándola de ilícita y acosando a los promotores del evento.
Sin embargo, la sociedad civil independiente ha asegurado que los planes para salir a las calles y protestar de manera pacífica en noviembre siguen en pie, incluso con las amenazas que hay de militarizar las calles del país.
