El Observatorio de Género de la revista feminista Alas Tensas (OGAT) denunció el asesinato de una madre cubana en el municipio de Güines, Mayabeque.
De acuerdo con un comunicado compartido en redes sociales, la víctima, madre de dos niños, fue identificada como Anay Toya, quien habría sido asesinada el pasado 15 de mayo por una persona con la que mantenía relaciones afectivas.
La plataforma feminista señala que la víctima era joven, de entre 25 y 28 años de edad, y que la persona responsable del crimen pudo haber sido su pareja, sin embargo, no se revelaron más datos sobre su identidad.
Este sería el segundo feminicidio que se registra en la provincia en menos de un mes, esto de acuerdo con el registro que llevan varias organizaciones feministas independientes en la Isla, las cuales hacen lo posible por contabilizar este tipo de delitos ante la inacción de las autoridades.
Este subregistro se efectúa también debido al silencio que guardan los medios oficialistas a la hora de que ocurren estos feminicidios, por lo que se depende de las denuncias ciudadanas para actualizar los números. Estas cifras señalan que, desde que inició el 2023, Cuba ha sido escenario de al menos 28 feminicidios.
Antes de denunciar este nuevo asesinato en Mayabeque, el OGAT publicó un recuento de los crímenes de género que se habían registrado en la Isla, aportando información adicional relacionada con los lugares en los que ocurrieron y las víctimas.
Es importante señalar que la prensa oficialista publicó que los tribunales cubanos sentenciaron a 18 hombres por crímenes de violencia de género durante el 2022, en un intento por hacer creer que este es un problema que es atendido en la Isla, sin embargo, estos 18 agresores corresponden a poco más de la mitad de los 34 feminicidios que se denunciaron ese año por las diversas plataformas feministas.
Las sentencias superaron los 25 años de prisión, y dos de los acusados fueron sentenciados a cadena perpetua, sin embargo, el hecho de que estos crímenes continúen registrándose a lo largo del país pese a las penas impuestas por el gobierno dejan en claro que el trabajo está lejos de terminar.
Para las organizaciones feministas independientes, el aumento en las penas no resolverá el problema, pues los asesinatos continuarán cometiéndose. En ese sentido, estas condenas solo serían una forma más en la que el régimen evade la responsabilidad de embestir el problema desde sus orígenes.
