Residentes en la céntrica calle Neptuno, ubicada en La Habana, se llevaron una sorpresa la mañana de este martes luego de que el balcón de un edificio se derrumbara.
De acuerdo con el medio independiente 14ymedio, los escombros estuvieron a nada de aplastar a un ciudadano que acababa de pasar frente al edificio al momento del incidente, cuando parte del pretil de la azotea del edificio número 761 de la calle Neptuno se vino abajo.
Una testigo indicó que las calles estaban llenas cuando ocurrió, por lo que era un verdadero milagro que nadie saliera herido.
“No sé cómo no le cayó encima, a él o a cualquiera, porque a esa hora la calle estaba llena de gente”, declaró la mujer.
El medio independiente señala que las autoridades tardaron en presentarse al lugar, por lo que los mismos vecinos tuvieron que utilizar algunos de los escombros para improvisar un perímetro que impidiera a las personas acercarse a la comprometida estructura.
El derrumbe se registró en un edificio ubicado entre Marqués González y Lucena, la cual es una zona de comercio en la que todos los días decenas de personas deben de hacer cola para comprar alimentos, lo que significa que cualquiera de ellas pudo haber resultado lesionada por la caída del balcón.
La escasez de materiales de construcción evita que los edificios de la Isla puedan recibir el mantenimiento adecuado, por lo que los derrumbes no son nada nuevo, sin embargo, la situación en La Habana es especialmente delicada.
A mediados de noviembre, varias personas tuvieron que ser rescatadas luego de que un edificio multifamiliar sufriera un derrumbe parcial en el municipio capitalino de Habana Vieja.
Según la revista Alma Mater, bomberos evacuaron la zona luego de llegar, pues existía el riesgo de que el resto del edificio se desplomara. De igual manera, se dedicaron buscar entre los escombros, sin embargo, no se reportaron víctimas mortales en aquella ocasión.
Lo interesante es que, mientras el resto del país se cae a pedazos, las autoridades no tienen problemas para conseguir materiales para la construcción de los lujosos hoteles que la Isla pone a disposición de los extranjeros, de igual manera, las tiendas en dólares siempre cuentan con este tipo de artículos, aunque muy pocos cubanos de a pie pueden darse el lujo de comprar en ellas.
