Las autoridades de los Estados Unidos estarían preparándose para incrementar el número de migrantes indocumentados, entre ellos cubanos, devueltos a la frontera norte de México, esto debido a una serie de medidas impuestas por la pandemia de COVID-19.
Según indicó la agencia de noticias Reuters, no todo son malas noticias, pues se estaría permitiendo la entrada por vía aérea de algunos de ellos por razones humanitarias.
Tres fuentes gubernamentales, cuya identidad no fue revelada por la agencia, aclaran que la decisión no ha sido tomada de manera definitiva, pero de serlo, podría ser anunciada antes de que concluya el 2022.
Estas medidas, las cuales también afectan migrantes haitianos y nicaragüenses, están basadas en las existentes para migrantes venezolanos, las cuales permiten el ingreso de hasta 24.000 personas de ese país que buscan entrar a EEUU vía aérea y cuenten con familiares y amigos en el territorio norteamericano que brinden apoyo financiero al migrante.
La medida también exige un riguroso control biométrico y biográfico de seguridad nacional, para determinar si es seguro que un migrante ingrese al país.
Esta política llegaría luego de que el Tribunal Supremo de EEUU decidiera esta semana que las restricciones migratorias contenidas en el denominado Título 42 debían permanecer vigentes.
El Título 42 fue establecido debido a la pandemia de COVID-19, y permite que las autoridades estadounidenses expulsen de manera exprés a los migrantes que buscan asilo político en el país, utilizando el riesgo de posibles contagios como excusa.
Deportaciones de cubanos
Mientras las tensas relaciones entre los Gobiernos de Cuba y EEUU dificultaron la deportación de ciudadanos cubanos, esto parece que terminará pronto, pues ambos acordaron reanudar los vuelos de deportación desde EEUU, algo que no había ocurrido desde que inició la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, esta reanudación tuvo que verse suspendida momentáneamente debido a un error realizado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el cual filtró la información de más de 6.000 migrantes que solicitaron asilo político en EEUU.
Entre la información se encontraba lo dicho por aquellos cubanos que presentaron una entrevista de miedo creíble, mismos que afirmaron ser víctimas de represión y persecución política en la Isla.
Como consecuencia, el primer vuelo de deportación tuvo que ser cancelado indefinidamente, pues varios de los cubanos a bordo se vieron afectados por la filtración y comenzaron a temer por posibles represalias del régimen.
