La famosa diseñadora cubana de modas, Jacqueline Fumero falleció este miércoles 18 de mayo, a sus 56 años de edad, en La Habana, a causa de un cáncer con el que estuvo batallando por años.
La Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA) fue una de las primeras fuentes en confirmar el lamentable hecho, aunque estas no hicieron pública la causa de su fallecimiento.
La noticia de la muerte de la diseñadora y empresaria tomó por sorpresa a muchos, regándose en redes sociales de manera rápida.
“Hace apenas unas horas falleció aquí, en su Habana, la reconocida diseñadora cubana Jacqueline Fumero. El Consejo Nacional de las Artes Plásticas, sus instituciones, diseñadores y todos los que disfrutamos su versátil expresividad nos unimos en este Adiós y hacemos llegar nuestras condolencias a sus familiares y amigos”, indicó en Facebook el Consejo Nacional de las Artes Plásticas.
Por su parte, la página de Facebook de su marca de ropa, la cual porta su nombre, informó este jueves sobre las causas de su muerte, señalando que la empresaria estuvo luchando ferozmente contra esta enfermedad por un tiempo considerable, aunque no entraron en detalles cuánto.
“Ahora no estará físicamente, a sus 56 años, el miércoles 18 de mayo, nos dejó producto de un cáncer contra el que también luchó mucho y tenazmente. Pero Jacqueline Fumero no se fue del todo, se quedó para siempre en la moda cubana, en su Café del Ángel, en los cientos de personas con las que trabajó y a las cuales regaló tanto amor, sabiduría, consejos”, se lee en el extenso post compartido por la marca.
La diseñadora nació en La Habana en 1966, estudiando medicina por tradición familiar, pero dirigiéndose al final hacia el diseño de modas.
Fumero comenzó a desarrollarse de manera autodidacta con ayuda del Fondo Cubano de Bienes Culturales, con su primera colección de trajes de baño viendo la luz en 2003.
Durante su larga carrera, la diseñadora realizó importantes colecciones enfocadas en la mujer cubana y caribeña y también fue propietaria del Café del Ángel, un reconocido restaurante en Habana Vieja.
Las palabras no son suficiente para describir los logros que tuvo esta mujer en Cuba, donde ser emprendedora no es para nada fácil, sin embargo, sus trabajos artísticos en la pasarela despertaban emociones en todo aquel que lo observaba, sin duda inspirando a cientos de personas a usar sus atuendos.
