FARÁNDULA

¿Jennifer López es neurótica? Ben Affleck abandona la mansión que compartían tras fuerte pelea

La boda entre los actores Jennifer López y Ben Affleck comenzó como una historia de película, con su reencuentro amoroso casi 20 años después, pero tal parece que la trama se está volviendo en su contra.

Y es que, a solo un mes de la segunda boda, y dos meses de la primera, la pareja ha enfrentado varios problemas y momentos de tensión, que apuntan a una crisis en su breve matrimonio.

Mientras que, a dos semanas de haber contraído nupcias, la pareja se separó por unos días, para poder “relajarse” y encontrar algo de paz tras su turbulenta luna de miel, ahora parece que Affleck abandonó definitivamente la mansión que compartía junto a JLo.

Los problemas comenzaron a aflorar en realidad desde su luna de miel en París, cuando en varias ocasiones se les captó molestos, y cansados. Ben en particular, apareció más demacrado, fue captado varias veces con gesto de enojo, y hasta llorando una vez.

Ahora, en su vida de casados, a pesar de que no han pasado tanto tiempo juntos debido a los compromisos de trabajo que tiene cada quien, todo apunta a que la convivencia se ha hecho demasiado difícil, al grado de optar nuevamente por la separación.

Una fuente cercana a la pareja dijo a Radar Online que la ‘Diva del Bronx’ y el productor han tenido problemas constantes en las últimas semanas, y que sus discusiones son frecuentes.

Según el informante, su última pelea fue la más fuerte, y llegó a tanto que después de eso es que Affleck dejó su mansión en Los Ángeles, donde vivía con la intérprete de On The Floor.

“La pareja no deja de pelearse. Antes de la boda, Jennifer hizo una actuación digna de un Óscar, fingiendo ser perfecta y muy relajada. Ben estaba cegado por el amor, pero no se dio cuenta en qué se estaba metiendo”, comentó la fuente, que responsabilizó a JLo por la separación.

Aunque al principio ambos se veían seguros y emocionados con la decisión que estaban haciendo, al grado de que se casaron en secreto en Las Vegas en un arrebato, parece que la realidad los golpeó al regresar a su rutina habitual.

Una vez que la pareja volvió a Los Ángeles y tuvo que encargarse de sus respectivos hijos, sus trabajos, y con una agenda que los apartó del otro, las cosas ya no marcharon tan bien.

Uno de los problemas entre ambos pudo ser también el constante acoso de la prensa, que ya había sido un problema la primera vez que intentaron su relación en 2002. Y es que la novedad de su reencuentro se ha mantenido en las portadas, con paparazzi acosándolos en cada esquina.

El hecho de que se ventilaran los pormenores de su matrimonio, como la cláusula que los obliga a mantener una vida sexual activa y “satisfactoria”, tampoco parece haber sido del agrado de Ben.

La presión llegó a tanto que se comenta que eso fue lo que los llevó a realizar una segunda boda a lo grande, luego de que se criticara que con su presupuesto pagaran solo 40 dólares por un certificado improvisado en Las Vegas.

Ahora solo queda esperar, pues la pareja ya estuvo separada mucho tiempo, 18 años, desde su rompimiento en 2004, cuando estuvieron a punto de casarse.

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