El histórico intento de aterrizaje lunar de la agencia espacial de la India llegó a su fin tras el anunció que se perdió el contacto desde la Tierra con el orbitador Chandrayaan-2.
El módulo de aterrizaje llamado Vikram pudo descender cerca del polo sur lunar, conocido como la cara oculta de la Luna, pero poco tiempo después los controladores de la misión perdieron contacto con la nave.
Hasta la madrugada del sábado (7 de septiembre), la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) todavía no había declarado oficialmente como terminada la misión. Pero los comentarios del primer ministro indio, Narendra Modi, dejan poco espacio para el optimismo.
“Estuvimos muy cerca, pero tendremos que cubrir más terreno en los tiempos por venir. Tan importante como el resultado final es el viaje y el esfuerzo. Puedo decir con orgullo que el esfuerzo valió la pena, y también lo fue el viaje”, expresó en un comunicado a toda la nación que había estado pendiente de este hito histórico.
Este fue el tercer intento de nave espacial que aterrizó en la luna este año. En enero, China aterrizó la primera sonda en el otro lado de la luna. El módulo de aterrizaje y el rover que lo acompaña han estado operando desde entonces.
Una organización sin fines de lucro israelí envió una pequeña nave espacial robótica llamada Beresheet a la luna, en abril pasado pero su intento fue infructuoso. El descenso inicial fue según lo planeado, pero luego se perdieron las comunicaciones cerca de la superficie lunar un caso similar a Chandrayaan-2.
Los creadores de Beresheet y Chandrayaan-2 estimaron el costo de la misión fallida entre 100 y 150 millones de dólares, que es mucho más barato que los lanzados típicamente por la NASA y la Agencia Espacial Europea. La NASA actualmente está tratando de aprovechar la innovación empresarial para las próximas misiones lunares robóticas. El primer de estos viajes de bajo costo está programado para lanzarse en 2021.
Con información de Granma
