La cifra de divorcios en Cuba continúa aumentando de forma exponencial. En Cienfuegos, capital de la provincia homónima, —por ejemplo— las estadísticas revelan que el promedio anual ronda los 600 casos.
De acuerdo con un reciente reportaje del diario 5 de septiembre, en la mayoría de las ocasiones son las mujeres quienes lo solicitan. Mientras que las separaciones legales, también abundan más en parejas con más años de casadas.
¿Por qué siguen en aumento las cifras?
Algunas de las afectadas denuncian haber sido víctimas de violencia física y psicológica, celos profesionales de sus parejas o simplemente, la simplificación de la vida en el hogar a resolver problemas económicos.
“Solo hablábamos de comprar jabones, de la inversión en el plato fuerte, de meriendas, uniformes, zapatos escolares, mientras a último resquicio fueron a parar las necesidades amorosas, las del alma, las que de verdad unen espiritualmente a dos personas”, explicó al rotativo Amalia, una de las demandantes.
“Celos ante mis éxitos profesionales, cuando determiné comenzar una maestría solo hizo poner reparos, una situación que me asfixió”, comentó Margarita, una ingeniera informática.
A ello, se le debe añadir una cultura patriarcal, donde la mujer debe ser trabajadora y a la vez, una perfecta ama de casa. Un ser capaz de responsabilizarse por la limpieza, el lavado de ropa, atender a los hijos y alimentar a toda la familia.
Sin embargo, la situación de la mujer —quien en la mayoría de los casos asume la custodia de los hijos— tras la separación no siempre es la más favorable.
Yaisery Brunet Romero, jefa de la Sala Civil del Tribunal Provincial Popular de Cienfuegos, explicó que el Código de Familia quedó rezagado y “no está a la par de renovaciones en la constitución y muchas legalidades también son obsoletas”.
“Por ejemplo, la pensión a los hijos amparada por la ley es cuando más de cien pesos, mientras la vida ha avanzado en cuanto a salarios y precios”, subrayó.
A la par, la especialista explicó que en el país existe el divorcio notarial de mutuo acuerdo y el judicial, nombrado “por justa causa”. Este último es el más recurrente entre los temas de familia. “Cursan en el Tribunal Municipal y llegan hasta acá, a la provincia los más complicados y las apelaciones”, añadió.
“No hurgamos en intimidades, no importa el motivo, respetamos la decisión de cualquiera de los dos cónyuges, incluso aunque el otro no firme, se otorga sentencia por rebeldía”.
Por otra parte, la jueza Carla Yanela Mejías Arian, a cargo de la oficina Civil y Familia del Tribunal Municipal, señaló que entre los principales conflictos que surgen con la separación está la división de la comunidad matrimonial de bienes y el régimen de comunicación con los hijos.
Por último, la magistrada reconoció que, aunque la infraestructura socioeconómica hostiga a las parejas actuales, se ha avanzado en la erradicación del prejuicio sobre la familia reconstituida. Sobre todo, en que esta no niegue los valores de la familia originaria que dio lugar a los hijos.
