Los Ministerios de Salud Pública y Comercio Interior informaron a través de sus canales oficiales que se extenderá de manera excepcional el plazo de vigencia de las dietas médicas en Cuba debido a la actual situación epidemiológica por el COVID-19.
La decisión que busca evitar las aglomeraciones de cubanos que necesitan renovar este beneficio, fue detallada en la Resolución Conjunta 3/2021 publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria No.107, “resulta necesario ampliar, de forma excepcional por 6 meses, la vigencia de las dietas médicas, tanto de adultos como las relacionadas con las enfermedades crónicas de la infancia”.
La resolución detalla se prorrogarán la vigencia de las dietas médicas, cuyo vencimiento corresponda a los meses de noviembre y diciembre del año en curso y enero, febrero y marzo de 2022, refiere la Gaceta Oficial de Cuba.
El objetivo de la medida es “contribuir al cumplimiento de las medidas sanitarias aprobadas y evitar la aglomeración de personas en las instituciones de Salud Pública y en las Oficinas de Registro de Consumidores”.
Si bien la implementación de esta medida significa una alivio para los ciudadanos que tenían pendiente realizar este trámite en medio de la crisis sanitaria, todavía sigue siendo un problema los altos precios que deben pagar los consumidores por los productos que se le asignen bajo este concepto.
A partir del ordenamiento monetario en la Isla, muchos cubanos que reciben dietas médicas denunciaron que el precio del pescado recetado como fuente de Omega 3, pasó a costar unos 114 pesos cubanos (CUP) por un estimado de 6 libras. El precio se multiplicó 11 veces con relación a lo que costaba antes del 1ero de enero.
Por otra parte, las autoridades cubanas aseguran que las dietas médicas siguen estando subsidiadas.
En tal sentido, Betsy Velázquez, Ministra de Comercio Interior, aseguró que las dietas médicas para enfermedades crónicas de la infancia (11.800), embarazadas (61.328), pacientes con VIH (14.477) y fórmula basal e intolerantes a la leche (8.923) están subsidiadas por el Estado.
No obstante, esto es una verdad a medias, ya que solo la leche en cualquiera de sus versiones: fluida, en polvo entera y semidescremada, mantienen su costo. Entre tanto, el pescado y el pollo, al ser productos importados, aumentaron exponencialmente su costo en una proporción que no se corresponde con el crecimiento de los salarios en Cuba.
