Siembra de tabaco en Pinar del Río alcanza su récord más bajo en años
El plan de siembra de tabaco en la provincia de Pinar del Río ha disminuido a su nivel más bajo en años, resaltando el mal manejo que el Gobierno castrista le ha dado a la cual, en años anteriores, era una de las industrias más importantes en el país.
Esta información fue confirmada por un informe publicado por el medio estatal Granma, en el cual indica que Pinar del Río reducirá la superficie utilizada para la siembra en 2.450 hectáreas, usando de excusa la falta de recursos para respaldar las áreas inicialmente designadas.
La nota oficialista indicó que en octubre se inició la siembra de tabaco con un plan de 16.373 hectáreas, 570 más que el año pasado, pero la falta de fertilizantes y otros insumos necesarios les hicieron recapacitar la cifra de hectáreas.
El subdelegado de la Agricultura en Pinar del Río, Ortelio Rodríguez Perugorría, señaló que con las áreas que se retiraron, la provincia únicamente podrá aspirar a cultivar 13.921 hectáreas, reconociendo que se trata del plan de siembra más bajo que se registra desde hace mucho.
El medio oficialista resaltó que esta cifra es superada por todas las campañas anteriores que pudieron encontrar en la última década.
El funcionario, quien no justificó la escasez de insumos, aseguró que se priorizarían las vegas que históricamente han dado las hojas de mejor calidad en el pasado, con la esperanza de obtener un mejor rendimiento del reducido espacio de siembra.
El citado medio sostiene que 760 hectáreas de tapado previstas al principio de la siembra se mantienen, así como 310 del proyecto de tabaco Virginia, el cual servirá como materia prima para una fábrica de cigarrillos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Sin embargo, el periódico estatal no especificó cuanto más tabaco estará destinado a la exportación, uno de los principales motivos por los cuales resulta difícil conseguir este producto en la Isla.
Por su parte, el funcionario aseguró que el clima era favorable y ayudaría al cultivo, pero recordó que las fuertes lluvias traídas por el huracán Ida en agosto habían provocado daños a los semilleros, obligándolos a trasladar la siembra de unas 3.000 hectáreas hasta el mes de enero.