Un hombre de origen cubano fue arrestado este viernes 12 de mayo por las autoridades de República Dominicana en la provincia de Montecristi, acusado del delito de tráfico internacional de armas.
De acuerdo con el medio local Hoy, el sujeto fue identificado como Elieser Sori Rodríguez, de 51 años de edad, quien estaba siendo buscado por el Distrito Sur de la Florida desde que fue vinculado a un decomiso de armas a finales de 2021 en el Puerto de Haina Oriental.
El arresto se llevó a cabo gracias a un operativo conjunto entre la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el Ministerio Público, la Dirección de Aduanas (DGA) y otros organismos internacionales.
Según la información compartida por el medio local, una inspección realizada por la aduana de República Dominicana en diciembre de 2021 condujo al decomiso de 33 armas de fuego, entre ellas fusiles, pistolas y escopetas, 350 municiones diversas, 56 cargadores, cartuchos de pistolas, cartuchos para escopetas, cargadores para pistolas y para fusiles.
El contenedor que iba a ser utilizado para transportar las armas procedía de Miami, Florida, y los delincuentes habían escondido el cargamento dentro de diversos artículos del hogar.
Tras su arresto, Sori Rodríguez fue deportado hacia los Estados Unidos, en donde enfrentará la justicia norteamericana.
Las autoridades de República Dominicana señalan que la deportación se llevó a cabo en cumplimiento de la ley de Migración, misma que establece que los extranjeros prófugos de la justicia de su país no serán admitidos en territorio dominicano.
A inicios de 2023, las autoridades de este país también arrestaron y deportaron a un ciudadano cubano que se hizo pasar por un jugador profesional de béisbol para estafar miles de dólares a varios establecimientos comerciales.
El hombre fue identificado como Alejandro David Hernández Castro, quien utilizó su tarjeta de crédito para realizar pagos fraudulentos a varios restaurantes y tiendas de ropa en la zona de Santo Domingo.
Según las autoridades, el sujeto llegaba acompañado de decenas de “fanáticos”, los cuales le ayudaban a vender la imagen de jugador de las Grandes Ligas.
La tarjeta era aprobada en las terminales y puntos de venta, sin embargo, el dinero jamás arribaba a las cuentas bancarias a las que supuestamente se efectuaban los pagos, lo que le permitió al sujeto estafar más de 370.000 pesos dominicanos en al menos tres establecimientos.
