El Gobierno de Cuba continúa acosando al periodista y escritor Carlos Manuel Álvarez impidiéndole la libre movilidad incluso fuera de La Habana, sin dejarlo que visite a su madre.
La noche del viernes, el comunicador informó que estaba en el municipio Cárdenas, Matanzas, visitando a sus familiares, sin embargo, sigue en secuestro domiciliario, ya que, cuando salió de la casa de su abuela hacia donde su madre, fue detenido a apenas unas pocas cuadras.
“No puedo ver a mi madre”, escribió Carlos Manuel Álvarez en su cuenta de Facebook.
El periodista publicó un video en el que se ve cómo fue abordado por los funcionarios policiales y explicó que todos los argumentos usados por el régimen para impedirle la movilidad son falsos.
“Le dijeron a mi padre, quien me acompañaba, que estaba violando la cuarentena. Mi padre lleva ocho meses en Cuba. Me dijeron que yo también estaba violando la cuarentena y les dije que mi PCR dio negativo y que las autoridades sanitarias ya habían suspendido mi cuarentena desde el lunes pasado”, añadió.
Además, dijo que seguramente los agentes de la Seguridad del Estado municipales, no tenían conocimiento sobre el resultado de la prueba PCR del periodista, sin embargo, actuaron de manera abrupta.
“Torpes y ridículos. Hay una vieja chivata frente a la casa de mi abuela, llamada Nancy, que le avisó a la Seguridad que yo salía de casa. Se siente como si fueras un delincuente y un preso”, describió Álvarez.
También, contó que el régimen armó el viernes “un acto revolucionario express”, desde el parque principal de Cárdenas, en el que asistieron los pioneros de las escuelas.
“Ese pionero fui yo una vez, hace veinte años, en ese mismo parque. Le pregunté a un niñito del barrio en qué consistía el acto y me dijo: “En gritar”. “¿En gritar qué?”, pregunté. “Viva Fidel”, dijo como cualquier cosa”.
Para Álvarez, la respuesta del niño resultó su “momento divertido del día”, ya que el menor continuó jugando en la calle sin saber, ni importarle quien ha sido el máximo dictador en Cuba, por lo que confesó sentir envidia.
“Pudimos grabar a los agentes de la policía política y también la placa de la patrulla que me detuvo. La Seguridad del Estado de La Habana y la de Matanzas no se ponen de acuerdo en sus excusas. Hay que sancionar ahí a alguien ahí”, expresó el escritor, quien añadió que los agentes continuaban sentados al frente de la casa.
Apoyo al movimiento San Isidro
Desde hace más de una semana, la Seguridad del Estado cubano tiene bajo asedio a Carlos Manuel Álvarez, por haber ingresado a la sede del Movimiento San Isidro en Habana Vieja, luego que aterrizara en Cuba, para apoyar a los activistas en huelga de hambre que exigen la liberación de Denis Solís.
Desde el asalto en Damas 955, el régimen ha mantenido a todas las personas que estaban en la sede bajo custodia domiciliaria e incluso, les han cortado las líneas de los celulares para tratar de impedir que se comuniquen.
