El sábado un fuerte tornado irrumpió, en horas de la noche, en el barrio de El Berrinche, centro urbano de San Cristóbal, provincia de Artemisa. Reportes preliminares indican que el sistema causó cuantiosos daños en inmuebles del área y afectó el tendido eléctrico.
De acuerdo con un informe presentado por el Centro Meteorológico Provincial de Artemisa, el fenómeno, detectado entre las 7:20 y las 7:45 p.m. (hora local), se movió hacia el norte y recorrió aproximadamente 900 metros. Al parecer, el fenómeno está asociado al cruce de una banda externa de la tormenta tropical Gamma, localizada sobre la península de Yucatán.
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Los especialistas también indicaron que el sistema entró en la categoría 1 de la escala EF (Enhanced Fujita), utilizada en Estados Unidos para medir la fuerza de los tornados en dependencia de su tamaño. La EF1 tipifica aquellos con vientos de entre 138 y 178 km/h, responsables de daños moderados como tejados despedazados, caravanas y casetas volcadas, pérdida de puertas exteriores y ventanas, y otros cristales rotos.
Testigos del hecho compartieron en redes sociales imágenes donde se observaban las afectaciones producidas al servicio eléctrico. Así como, fotos de viviendas con la pérdida parcial o total del techo. Sin embargo, no se reportaron lesionados.
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Durante la pasada jornada, el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (INSMET) difundió un aviso de ciclón tropical por la tormenta Gamma, la cual se había intensificado en el noroeste del mar Caribe. El pronóstico indicaba la presencia de posibles lluvias en el occidente y centro de la Isla.
Aquella noche del 27 de enero
Los tornados no son fenómenos habituales en Cuba. Sin embargo, en los últimos tiempos se han registrado varios en distintas zonas del país. El más impactante —sin lugar a dudas— tuvo lugar el 27 de enero de 2019.
Un día antes del natalicio de José Martí, un potente y sorpresivo tornado recorrió en apenas 16 minutos 11.5 kilómetros de los municipios de Regla, Guanabacoa, Habana del Este, Cerro y Diez de Octubre. A su paso, destrozó edificaciones y vehículos, sembró el pánico y provocó un fuerte impacto en miles de vecinos. En el sector estatal, el fenómeno meteorológico provocó daños en centros de salud, decenas de escuelas y numerosas empresas.
En un intento de mitigar la crisis, el Gobierno vendió a los damnificados materiales para reconstruir las viviendas “a mitad de precio”. Sin embargo, esto no fue bien recibido por los casi 10 mil ciudadanos que quedaron desplazados y sin ingresos. Hubo quien tuvo que albergarse en centros del Estado, otros contaron con la acogida temporal de familiares y algunos decidieron permanecer dentro de los restos de sus viviendas.
