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Insmet advierte que continuarán las intensas lluvias en el occidente de Cuba

El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) informó que este lunes, el occidente del país continuará experimentando las fuertes lluvias provocadas por una onda tropical, la cual también podría provocar tormentas eléctricas en la región.

“Llueve en gran parte de Cuba. Güines, Mayabeque, con 68 mm [milímetros], de ellos, 60 mm se precipitaron en menos de 3hrs. Esta tarde y noche continuarán las lluvias y las tormentas”, se lee en un comunicado compartido en Twitter.

 

El Insmet indicó en su página oficial que estas fuertes lluvias están vinculadas a un flujo húmedo proveniente del sur, el cual aporta “una circulación de niveles medios y altos, de una baja superior, que esta mañana aparece centrada sobre el Estrecho de Yucatán”.

La institución señala que no se espera ningún desarrollo ciclónico en las próximas 24 horas, pero que durante la tarde y la noche de este lunes, la probabilidad mayor de lluvias estará en la provincia de Pinar del Río, el sur de Sancti Spíritus y en parte de Granma. El resto del territorio también podría presentar lluvias, pero estas se encontrarán más aisladas.

Las lluvias iniciaron durante el domingo, cayendo desde Pinar del Río hasta Cienfuegos y en Santiago de Cuba, mientras hubo algunas que estaban aisladas en el resto del país.

De acuerdo con el Insmet, la localidad de Güines, en Mayabeque, presentó las condiciones adecuadas para que estas lluvias cobraran fuerza.

“Las temperaturas mínimas durante la madrugada estuvieron entre los 21 y 24 grados Celsius, inferiores en algunas localidades del interior y superiores en zonas costeras. El valor más bajo se registró en Palenque de Yateras, (Guantánamo) con 20.5 grados Celsius, le sigue 20.8 grados Celsius en Güines, Mayabeque”, se lee en la página de la institución.

La última vez que se registraron fuertes lluvias en la Isla fue a inicios de junio, cuando varias viviendas resultaron afectadas por el agua y los intensos vientos.

Las lluvias también afectaron la producción de alimentos, con unas 4.800 hectáreas siendo dañadas y otras 2.500 siendo perdidas debido a las inundaciones.

En aquella ocasión, las lluvias cobraron la vida de cuatro personas, una de ellas a causa de un derrumbe en la capital, mientras que los otros tres terminaron ahogándose tras la creciente de varios ríos en la Isla.

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