No se aproximan buenos tiempos para Donald Trump, luego de haber perdido frente al demócrata Joe Biden, en una carrera por la presidencia que mantuvo en vilo al país y al mundo, algunos rumores apuntan que también podría enfrentar un nuevo divorcio.
De acuerdo con reportes del diario británico The Daily Mail, fuentes cercanas a la primera dama aseguran que Melania ya está contando los días para separarse del republicano, tras más de 15 años de “matrimonio transaccional” y años de convivencia en habitaciones separadas.
“Melania está contando cada minuto hasta que él deje el cargo y ella pueda divorciarse. Si Melania intentara hacer la última humillación y se fuera mientras él está en el cargo, él encontraría la manera de castigarla”, declaró al medio Omarosa Manigault Newman, ex asistente de la Casa Blanca quien trabajó un año al servicio de la familia Trump.
Newman, quien al marcharse publicó un escandaloso libro con información del presidente y su esposa, no ha sido la única persona en pronunciarse con respecto a los posibles planes de la primera dama.
Stephanie Winston Wolkoff, antigua amiga y asistente de Melania, aseguró que, durante las primeras 10 semanas de su esposo como presidente, la exmodelo eslovena permaneció en Nueva York y evitó trasladarse a Washington con el objetivo de reescribir su acuerdo prenupcial y garantizar que, en un futuro, su hijo Barron herede una parte justa de la fortuna familiar. “Ella nunca esperó que él ganara”, señaló.
Las tres esposas de Donald Trump
La primera esposa de Trump y madre de sus tres hijos mayores, Ivana estuvo casada con él entre 1977 y 1992. La también modelo —de origen checo— logró, en su momento, una indemnización acorde a la fortuna del magnate. A pesar de haber firmado un total de cuatro acuerdos prenupciales, se llevó a casa 25 millones de dólares, además de la mansión familiar en Greenwich y una pensión para la crianza de sus hijos de 650 mil dólares anuales.
Con Marla Maples, su segunda esposa y madre de su hija Tiffany, Trump sentó un precedente y antes de su boda en 1993 negoció un contrato que le impedía a su cónyuge publicar libros o dar entrevistas críticas sobre él, en caso de divorcio.
Por el momento, Melania no se ha pronunciado al respecto. Incluso, luego de que se dieran a conocer los resultados electorales, la primera dama acudió a las redes sociales para demandar “elecciones justas”, refiriéndose a la polémica que despertó el conteo de boletas.
“El pueblo estadounidense merece elecciones justas. Todos los votos legales, no ilegales, deben contarse. Debemos proteger nuestra democracia con total transparencia”, señaló.
No obstante, de querer hacer oficial su petición de divorcio no queda claro qué suma de dinero le corresponde. Tampoco se conoce si Melania habría aceptado un código de silencio similar al de Maples, que impediría despertar escándalos futuros en caso de que la separación llegara a producirse.
