A varios días del tiroteo ocurrido este martes en la escuela primaria de Robb, en Uvalde, Texas, más detalles de los escalofriantes momentos que vivieron los alumnos siguen saliendo a la luz, como el hecho de que varios estudiantes llamaron al 911 al menos una docena de veces mientras se encontraban en el salón con el tirador.
De acuerdo con la agencia Reuters, estas llamadas estuvieron sucediendo por casi una hora antes de que las autoridades decidieran ingresar al lugar y enfrentar al tirador, esto pese a que más de 20 oficiales se encontraban en la escena casi desde el principio.
Según el citado medio, al menos dos niños realizaron llamadas a los servicios de emergencia desde los salones adyacentes al que Salvador Ramos, de 18 años de edad, ingresó armado con un rifle de asalto semiautomático.
La información fue confirmada por el director del Departamento de Seguridad Pública en Texas, Steven McCraw, quien indicó que los menores lograron decirles a las autoridades el número exacto del salón en el que se encontraba el tirador.
El funcionario dijo que el agente a cargo de la operación consideró que los niños ya habían fallecido tras las primeras ráfagas de disparos, por lo que consideraron que había suficiente tiempo para esperar a los refuerzos.
“Desde el punto de vista retrospectivo donde estoy ahora, por supuesto, no fue la decisión correcta”, declaró McCraw durante una conferencia de prensa en la que indicó que los oficiales dejaron de tratar la escena como un “tiroteo activo” y comenzaron a trabajar como si fuera un tirador atrincherado.
“Estamos aquí para informar los hechos, no para defender lo que se hizo o las acciones tomadas”, dijo McCraw, quien añadió que desconocía si los oficiales estaban al tanto de las llamadas hechas al 911.
El funcionario señaló que varios de los menores atrapados con Ramos lograron sobrevivir, entre ellos dos que habían llamado a las autoridades.
Según información revelada después del tiroteo, durante el incidente se registraron al menos ocho llamadas desde el interior de las aulas de la primaria entre las 12:00 p.m., y las 12:50 p.m., cuando Ramos ingresó a la escuela y cuando fue abatido.
Una niña logró comunicarse con el 911 justo cuando el tirador ingresó al aula, susurrándoles que se encontraban en el salón 112. Siete minutos después, la misma niña llamó para decirles que había varios estudiantes aún con vida en el aula.
Durante una de estas llamadas hechas por la menor, se escucharon tres disparos, y a la niña implorando que enviaran a la policía.
Tres minutos después de la última llamada, la policía ingresó al aula con la llave de un conserje y abatió a Ramos, sin embargo, ya había asesinado a varios de los estudiantes y a sus dos maestras.
Las acciones de la policía han sido gravemente criticadas por las autoridades de otros estados, las cuales señalan que el tiempo de respuesta mostrado, así como las decisiones tomadas, fueron inaceptables.
Reporter: “Why was this decision made not to go in and rescue these children?”
Texas DPS Director McCraw: “The on-scene commander considered a barricaded subject and that there was time and that there were no more children at risk. https://t.co/9qES3HBx7P pic.twitter.com/62tLwGs9KT
— Newsmax (@newsmax) May 27, 2022
