Trump ordena intensificar redadas migratorias en ciudades clave de EEUU
La decisión responde a lo que Trump considera una “invasión” de inmigrantes ilegales, especialmente en las denominadas “ciudades santuarios”
El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, ha ordenado un aumento en las redadas migratorias en varias ciudades gobernadas por demócratas, incluidas Los Ángeles, Chicago y Nueva York, esto con el objetivo de cumplir su promesa electoral de realizar “el mayor programa de deportación masiva de la historia de EEUU”.
La decisión, tomada el pasado domingo 15 de junio, responde a lo que Trump considera una “invasión” de inmigrantes ilegales, especialmente en las denominadas “ciudades santuarios”.
Estas ciudades, que acogen a millones de inmigrantes, han sido identificadas por el presidente como puntos clave para su política migratoria. En su mensaje publicado en la red social Truth Social, Trump hizo un llamado a intensificar los esfuerzos para detener y deportar a los extranjeros indocumentados.
Trump destacó que las ciudades gobernadas por demócratas, como Los Ángeles y Nueva York, son el “núcleo del poder demócrata” y que las políticas migratorias adoptadas por los gobiernos locales afectan el sistema electoral estadounidense.
Sin embargo, esta teoría no cuenta con pruebas sólidas que la respalden. El presidente también calificó la situación en estas ciudades como parte de la “distopía del Tercer Mundo”, sugiriendo que la culpa recaía en las políticas migratorias equivocadas de los demócratas.
Las redadas de ICE en Los Ángeles han desatado una ola de protestas, en su mayoría pacíficas, aunque algunos actos de violencia fueron registrados.
Ante la creciente tensión, el gobierno local desplegó 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, lo que ha sido interpretado como un acto de resistencia ante las políticas federales. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, explicó que el toque de queda nocturno se mantendría por varios días, subrayando que la gente vive con miedo y evita salir de sus hogares.
Durante el fin de semana, cientos de miles de personas en todo EEUU participaron en manifestaciones masivas bajo el lema “No Kings”, rechazando las políticas migratorias de Trump, que consideran un ataque a los derechos humanos.
Esta movilización, la mayor desde que Trump asumió la presidencia en enero pasado, refleja el descontento generalizado con las medidas migratorias de su administración.
En su discurso, Trump reafirmó su apoyo a ICE y otras agencias encargadas de la seguridad, equiparando la migración con “armas de destrucción masiva”.
El presidente también expresó que tomará medidas para frenar las redadas en los sectores de la agricultura, hotelería y turismo, donde los migrantes ilegales constituyen una parte fundamental de la fuerza laboral.
Los migrantes, muchos de los cuales trabajan en sectores como la agricultura y la hotelería, han expresado su temor a ser detenidos por los agentes federales, lo que ha provocado una baja significativa en la asistencia al trabajo.
Empresarios de estos sectores ya han reportado pérdidas económicas debido a la falta de mano de obra migrante, mientras que los ciudadanos estadounidenses se muestran renuentes a ocupar estos puestos.